Katy Perry solía llegar al Music City como una adolescente ilusionada, cruzando el país desde California para convertir en realidad su sueño de conseguir una importante carrera en la música.
El viernes por la noche regresó, ya adulta, y dio un espectáculo de lo más dulce durante la semana de inauguración de la edición North American del Prismatic World Tour. Perry fue todo lo que esperas que sea una princesa del pop durante su actuación en el Bridgestone Arena, ofreciendo a sus seguidores una colección de éxitos ascendentes, unos sorprendentes efectos especiales de neón acompañados de atrezzo, acrobacias y la cantidad justa de seriedad.
«Esta es la ciudad que me enseñó a escribir todas esas canciones tan chulas» dijo Perry.
De adolescente, Perry intentó encontrar su camino como artista de inspiración cristiana. Ahora, la artista de 29 años, apuesta por canciones épicas con mensajes de superación que intentan cubrir el espacio entre Beyonce o Rihanna, más centradas en ofrecer un espectáculo cabaretero y para adultos, y el estilo más popero de Taylor Swift o One Direction, especializados en música para mamás, algo que no es ni remotamente una amenaza para Katy Perry.
Perry encontró el equilibrio entre ser sexy y ser dulce en su actuación de dos horas, que incluyó casi 20 canciones y 10 cambios de ropa.
Fuente: EU