El ejército sirio logró este lunes ganar terreno ante los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) en la provincia norteña de Alepo y en las proximidades de la ciudad antigua de Palmira (centro), que perdió en diciembre.
Las tropas gubernamentales retomaron 18 pueblos en 15 días, entre ellos Tadef, al sur de la ciudad de Al Bab, donde el ejército turco y los rebeldes sirios expulsaron al EI el pasado jueves, indicó una fuente de seguridad en Damasco.
El ejército retomó el control de 600 km2 en esta parte de la provincia de Alepo, según la misma fuente.
El director del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman, confirmó el avance del ejército y precisó que el EI se había retirado este lunes de otras 23 localidades ante la ofensiva de los soldados del régimen.
Por otra parte, el ejército sirio se acercó este lunes a las posiciones de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una coalición que reúne a autonomistas kurdos y combatientes árabes antiyihadistas, al sur de la ciudad de Minbej, en el norte del país.
Las relaciones entre las tropas sirias y las FDS son mucho mejores que con los militares turcos instalados cerca de Al Bab, a los que Damasco considera «invasores».
«Estamos cerca de las fuerzas del régimen en varios lugares (en el norte de Siria) y hay una especie de tregua entre nosotros. Así que no nos enfrentaremos» en Minbej, dijo el portavoz de las FDS, Talal Sello, a la AFP.
Según Rahman, el ejército sirio tiene tres objetivos en el norte: «impedir a las fuerzas turcas aliadas a los rebeldes que avancen hacia el sur, unirse a las FDS y tomar la localidad de Al Jafsa, donde hay una estación de bombeo de agua que abastece la ciudad de Alepo y que el EI inutilizó hace mes y medio».
En el centro de Siria, el ejército se acercó a la ciudad antigua de Palmira e intenta «rodear a los yihadistas», según una fuente de seguridad de Damasco.
El EI retomó el control de esa joya arqueológica en diciembre, tras haberla ocupado entre mayo de 2015 y marzo de 2016.
Horas antes, el domingo por la noche, la aviación siria bombardeó la ciudad rebelde de Arisha, en la provincia de Idlib (noroeste), controlada en su mayoría por los yihadistas de Fateh al Cham, exrama siria de Al Qaida.
Las bombas alcanzaron dos edificios de cuatro plantas, que se derrumbaron sobre sus habitantes, dejando al menos 13 civiles muertos, entre ellos tres niños, según el OSDH.
Fuente: AFP
Por Confirmado: Gabriella Garcés