La idea es desprestigiar al estratega político venezolano y difundir mentiras acerca de su persona como un modo de contrarrestar los efectos que está teniendo la caída estrepitosa en las encuestas del candidato oficial y el súbito repunte de Capriles en los sondeos de opinión.
La sola idea de que JJ Rendón, quien según el oficialismo está detrás de los cambios en la línea discursiva y en las estrategias comunicacionales y políticas del candidato de la Unidad democrática, sea capaz de voltear en tan corto tiempo las tendencias que favorecen a Maduro trae de cabeza al jefe del Comando HCF, quien desde que arrancó la campaña está sintiendo la presión de sus copartidarios pues ven que el heredero no termina de convencer a los electores chavistas y por el contrario, está decepcionando a pasos agigantados a los colectivos oficialistas que ven en él un segundón sin guáramos, que se la pasa inventando bailes y hablando con los pajaritos en vez de hacer política como lo hacía el comandante, con garra y con capacidad de pegada.
La creciente deserción en las filas del chavismo, que atribuyen a la acertada estrategia de JJ de batirle en la cueva al gobierno, habría encendido las alarmas en las altas esferas de la revolución y creado un clima de desespero pues sienten que es mucho lo que puede pasar en los próximos días, conociendo de antemano las cartas bajo la manga que los grandes estrategas se reservan para el último minuto antes de las elecciones. De allí el ataque a quien consideran el responsable de la repotenciación del candidato opositor.
Ya Mario Silva, con su paranoia habitual, había sentido la necesidad de adelantar esta ofensiva contra el hombre que hizo presidente a la mayoría de los enemigos de esta «revolución bonita». E incluso, al ex «mejor amigo» del difunto.
Fuente: Diario de Caracas