Ha empezado la primavera en el hemisferio norte y el buen tiempo con ella. Asoma el sol y automáticamente deseamos que nos acaricie la piel con sus rayos vitales, que son mucho más tímidos en invierno. Estar encerrados entre cuatro paredes nos resulta esquivo o poco deseable. ¿Una excusa más? ¿Te da pereza ir al gym y te apetece más que te de el aire? Perfecto, es una buena oportunidad -sobre todo para los que vivimos en lugares con buen clima- para salir a hacer ejercicio outdoors – o al aire libre-.
Unas adecuadas instalaciones deportivas siempre son bienvenidas, nos dan seguridad -menor riesgo de lesiones, ejercicios más controlados-, es más cómodo, higiénico y práctico. Pero realizar deporte al aire libre tiene muchas ventajas que debemos considerar seriamente para sumar este hábito saludable a nuestra rutina semanal. Personalmente intento trabajar mis entrenamientos personales en exteriores durante todo el año, pero en algunas semanas invernales esto no es viable.
Las virtudes de la primavera hacen que ahora comencemos a disfrutar más de esta modalidad y tanto yo, como las chicas que entrenan conmigo, lo agradecemos. Nos llena de entusiasmo presenciar amaneceres o atardeceres mientras sudamos la camiseta. Se hacen patentes las sonrisas en la gente que cruzamos mientras hacemos nuestras obligaciones deportivas. Definitivamente, da buen rollo ejercitarse fuera.
Se puede hacer de todo: salir a correr, nadar, usar la bici, patinar, jugar al padel, al tenis, al golf, al vóley, al surf, hacer escalada o infinidad de deportes más. En toda ciudad disponemos de clubs o algún parque cerca de casa o alguna montaña cercana o la playa. En cualquier espacio natural podemos desarrollar actividades.
Entre algunos beneficios:
Contamos siempre con la resistencia del medio, esto es el viento o diversas pendientes o irregularidades del terreno, el sol, la sal, etc; lo que hace que se genere más gasto energético y que las respuestas y adaptaciones se potencien por el cambio de estímulo.
El contacto con la naturaleza y el medio ambiente aportan sensaciones de vitalidad y niveles de energía mayores. La adrenalina que nos dan ciertos deportes al aire libre son excelentes para liberar endorfinas.
Se liberan más tensiones, es propicio para evitar el estrés. El contacto con el sol -activación de vitamina D- o bien los sonidos de la naturaleza o paisajes verdes o marítimos, por poner ejemplos, ofrecen estos efectos curativos.
Hace nuestra rutina de ejercicio o preparación física menos monótona y más variada. Las mujeres que entrenan en exteriores son más fuertes.
Encuentro importante hacer hincapié en la seguridad. Revisar los pronósticos climáticos, llevar la indumentaria o accesorios necesarios, usar gafas de sol o cremas protectoras cuando haga falta, abrigarnos si requiere la ocasión. Siempre es mejor prevenir que curar.
Afirma en su libro -Return to life through Contrology – Joseph Pilates, creador del método, sobre los beneficios de la actividad física: “Podemos mejorar más rápidamente si tenemos el privilegio de respirar el aire puro del campo y los bosques sin el rugido del tráfico de la ciudad que constantemente tiende a mantener nuestros nervios estresados.”
No hace falta que hagamos grandes travesías o ultra maratones basta con moverse un poco al aire libre y recibir sus bondades. ¡La Operación Bikini no solo se trabaja en el gimnasio!
Fuente: Nosotras