José Serra (a la izquierda) junto a Michel Temer durante una ceremonia realizada en Brasilia, el pasado 1 de agosto.
Venezuela, Ecuador y Bolivia han sido los más críticos con la gestión del nuevo jefe de la diplomacia brasileña. Según expertos, Serra buscará acercarse a la Alianza del Pacífico y concretar acuerdos comerciales, el principal con la UE.
En su estreno diplomático, ya confirmado en el cargo tras la destitución de Dilma Rousseff, Michel Temer calificó la reciente cumbre del G-20 de Hangzhou como un “encuentro productivo”, a pesar de las críticas que el nuevo Presidente de Brasil enfrentó a su arribo a la cita en China.
Si bien Temer minimizó el retiro de diplomáticos anunciado por Venezuela, Ecuador y Bolivia en solidaridad con Rousseff, dado que consideran su destitución por parte del Congreso como un “golpe de Estado”, la respuesta de su canciller, José Serra, pareció encender aún más el enojo del eje bolivariano. Desde China, el jefe de la diplomacia brasileña opinó que Bolivia y Ecuador se dieron “un tiro en los propios pies” y que ambos países “podrían aprender a hacer democracia con lo que ha pasado en Brasil”. “Tienen sus problemas internos, y una buena manera de distraerse de ellos es referirse a la experiencia de Brasil”, comentó.
El canciller boliviano David Choquehuanca calificó la reacción de Serra de “apresurada” y salida de control, mientras que su par de Ecuador, Guillaume Long, dijo que la destitución de Rousseff era “una farsa” que “irrespetó la voluntad de los 54 millones de votantes que eligieron a la Presidenta legítima”.
Ya en mayo pasado, cuando Rousseff fue suspendida temporalmente del cargo, Serra tuvo su primera prueba a cargo de la Cancillería luego de que Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador y Nicaragua tildaran el proceso de impeachment contra la petista de “golpe de Estado”. A Serra no le tembló la mano para descalificar sus “falsedades”.
En agosto, Serra volvió al ataque. Según fuentes oficiales, el canciller brasileño envió una carta a sus homólogos de los países miembros del Mercosur en la que decía que la presidencia del bloque “estaba vacante”, lo que implicaba que el gobierno de Temer desconocía el anuncio hecho por Venezuela sobre su intención de asumir la presidencia rotativa del Mercosur. Serra incluso calificó a Venezuela de “miembro de fantasía”.
Y esta semana Serra dijo que era prácticamente inexorable que Venezuela sea suspendida del Mercosur en diciembre. “La declaración (de los cuatro países) establece que la presidencia del Mercosur en este semestre no pasará a Venezuela”, afirmó el canciller brasileño en un comunicado.
Pese a los roces diplomáticos con el eje bolivariano, Serra dijo que esperaba una mejoría en las relaciones con Bolivia y Ecuador, no así con Venezuela. “Esperamos que, en el caso de Ecuador y Bolivia, se encuentren otro tipo de caminos para nuestra relación, pero en el caso de Venezuela parece que eso será imposible, al menos mientras esté en el poder Nicolás Maduro”, afirmó.
“Puede que Serra sea incómodo para los países bolivarianos, pero son tres, nada más, en una región con muchos más. Basta ver que, en el Mercosur, de cinco miembros, Brasil tiene el apoyo de Argentina y Paraguay en su enfrentamiento con Venezuela”, explicó a La Tercera Clóvis Rossi, columnista del diario Folha de Sao Paulo.
Un balance que no comparte el analista Luis Nassif, quien tiene una opinión crítica del canciller. “Serra es lo que denominamos en Brasil como una persona ‘sin noción’. No tiene la menor idea sobre las sutilezas de la diplomacia. Está ansioso por producir noticias y todo el día levanta una frase de efecto completamente sin nexo. Hay una rebelión sorda en Itamaraty contra ese desastre”, dijo Nassif a La Tercera.
Al momento de indagar sobre los ejes de la diplomacia brasileña ahora que Serra está a la cabeza del Palacio de Itamaraty, las opiniones también son dispares. “Todavía los están definiendo. Pero se puede decir que va a tratar de acercarse a la Alianza del Pacífico y de concretar acuerdos comerciales, el principal de los cuales es con la Unión Europea”, sostiene Rossi.
En cambio, Nassif asegura que tales ejes “no existen”. “Es un gobierno improvisado, con personas de bajísimo nivel. El PSDB tendría algunos nombres, de diplomáticos jubilados, para poder imponer una nueva línea de subordinación altiva a EE.UU. Pero Serra aparentemente no oye a nadie. Actúa movido por los eslóganes antibolivarianos de blogueros. Es un primario”, dice.
En cuanto a los gobiernos de la región más próximos a Brasil, Rossi afirma que “Argentina, por supuesto, pero también Colombia, Perú y México”. “Hay que tener claro que, alejados, solo están los tres bolivarianos”, recalca. Por su parte, Nassif sostiene que los gobiernos más afines en este momento a la administración de Temer “son Argentina y Estados Unidos”, “pero sin ninguna estrategia conjunta”, destaca.
La Tercera
Fernando Fuentes