La historia de las casas de empeño y préstamos colaterales abarca un período de más de 3.000 años, con las primeras casas de empeño establecidas en China para proporcionar acceso a crédito a corto plazo a los trabajadores y campesinos mal pagados. Las casas de empeño también eran un espectáculo familiar para los ciudadanos de la antigua Grecia y el Imperio Romano; de hecho, la palabra peón se deriva de la palabra latina «patinum» que significa prometer.
Las casas de empeño han tenido un gran auge en los últimos tiempos. Es una actividad que se practica desde hace siglos, pero que se pensaba disminuida hasta la llegada de la crisis pandémica del Covid-19 cuando tuvo un auge que no ha cesado por lo que también los empeño de carros, por ejemplo, han subido.
Comencemos por saber que la mejor casa de empeño es una entidad privada cuya función se basa en el préstamo inmediato de dinero teniendo como garantía una prenda de valor.
En el ámbito de la economía esta actividad se conoce como préstamo prendario. La garantía que da quien pide el dinero en préstamo puede ser el empeño de carros, una joya, un reloj de oro, una antigüedad o incluso una vivienda.
Empeñar oro a buen precio se trata de una buena opción, pero con el avance de la tecnología en la actualidad también es muy popular que las personas pongan como garantía teléfonos, computadoras y tablets.
En este tipo de negocios, te ofrecen garantía, lo que le da valor a tus bienes. Por ejemplo, una joya, un reloj de oro, antigüedades, un aparato electrónico, un automóvil e incluso un local o una vivienda. Actualmente son muy populares como garantía los smartphones, las tablets, los ordenadores.
¿Cómo funcionan las casas de empeño?
Las casas de empeño funcionan generalmente de una forma sencilla. Cualquier persona que sea mayor de edad y que tenga una propiedad que desea empeñar puede acudir a ese servicio.
El responsable de valorar el objeto o inmueble a empeñar debe ver el estado del mismo y calcular cuánto puede dar como garantía de que el dinero que el préstamo le será devuelto.
Generalmente el valor de lo que se desea empeñar depende de su estado físico y si funciona correctamente. Esto es sumamente útil por si la casa de empeño tiene que quedarse con el objeto a empeñar y luego desea venderlo.
También se considera la demanda del producto. Para determinar cuánto dar a cambio de un empeño, la casa especializada en esto evaluará qué tan fácil es de colocar en el mercado, de allí que los aparatos electrónicos sean tan buena mercancía para este tipo de negocios.
Por último, la casa de empeño debe hacer saber a su cliente sobre todas las condiciones del préstamo como lo son el tipo de interés y la comisión de resguardo. También debe informarse sobre la comisión de resguardo y la forma y fechas de pago. La persona que empeña un producto debe saber las condiciones mediante las cuales puede recuperarlo o perderlo para siempre.
Una vez que tanto la casa de empeño como el cliente llegan a un acuerdo se debe firmar un contrato donde quedará todo plasmado. Generalmente este tipo de negocios se cierra de forma rápida y esto es esencial porque lo más probable es que quien dé su producto en préstamo requiera el dinero con urgencia.
Datos importantes para fiarte en una casa de empeño
No podemos poner nuestro bien en cualquier parte. Debemos estar seguros de que hacemos un negocio serio y de que podemos recuperar nuestro producto en préstamo nuevamente, sin ser víctimas de estafa. Por esto debemos fijarnos en que la casa de empeño cuente con prestigio.
Una casa de empeño segura debe contar con un registro en las instituciones gubernamentales destinadas para tal fin y a donde se puede acudir ante cualquier anomalía.
El contrato debe ser legible completamente por lo que debemos dudar de cualquier documento a firmar que tenga letras demasiado pequeñas y también es importante que contemos con un asesor de ventas que corrobore que todo esté bien.
La mejor casa de empeño es la que debemos elegir para poner nuestros productos como garantía y recibir un dinero a cambio de forma rápida para cubrir cualquier crisis por la que estemos atravesando.
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