El organismo se reunió a pedido de Rusia para discutir el deterioro de la situación humanitaria en el este de Ucrania, del que Occidente responsabilizó a Moscú. Y se condenó la amenaza para la paz que representa el EIIL.
El Consejo de Seguridad de la ONU condenó «en los más fuertes términos» los atentados del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) en las regiones de Sinjar y Tal Afar, y advirtió del peligro que esta situación implica para «la paz, la seguridad y la estabilidad de la región».
«La ofensiva a gran escala llevada a cabo por EIIL en Irak y Siria tiene una naturaleza que supera las fronteras y afirma que el EIIL supone una amenaza no solo para estos países, sino también para la paz, la seguridad y la estabilidad de la región», aseguró el Consejo de Seguridad en un comunicado.
En el texto, los países miembros también mostraron «profunda preocupación por los cientos de miles de iraquíes, muchos de ellos de comunidades minoritarias vulnerables, que han sido desplazados por la ofensiva de EIIL, y por la urgente necesidad de ayuda humanitaria».
«Estas comunidades minoritarias han vivido durante cientos de años en Sinjar y en otras partes de la provincia de Nimeaw. Muchos de estos iraquíes han sido desplazados o forzados a irse y buscar refugio, mientras otros han sido ejecutados o secuestrados», añaden.
El pasado domingo, el grupo yihadista Estado Islámico tomó la localidad de Sinyar y otras zonas del norte de Irak, acercándose al último paso fronterizo con Siria que le falta por controlar, desencadenando una nueva crisis humanitaria.
Sinyar, ubicada a cien kilómetros al oeste de la ciudad de Mosul, fue tomada por los extremistas tras fuertes enfrentamientos con las fuerzas kurdas o «peshmerga», que hoy se movilizaron para recuperar estos territorios en un intento de dar un golpe de fuerza a los radicales.
«Todas las partes, incluido EIIL y los grupos armados asociados, tienen que seguir la ley humanitaria internacional, incluyendo su obligación de proteger a la población civil», indicaron desde el Consejo de Seguridad, y urgieron a los bandos enfrentados a «frenar los abusos y violaciones de los derechos humanos».
El Consejo de Seguridad advirtió de las «sistemáticas persecuciones a individuales y a poblaciones minoritarias, incluidos cristianos y aquellos que rechazan la ideología extremista» y llamó «a todas las comunidades de Irak a tener una respuesta unida, con el apoyo de la comunidad internacional, a esta amenaza violenta y sin sentido a la unidad, la identidad y el futuro del país».
Asimismo, dedicó unas palabras a las fuerzas políticas, para que «superen sus divisiones y trabajen juntos en un proceso inclusivo y urgente de fortalecimiento de la unidad, la soberanía y la independencia de Irak» y llamó a lo líderes políticos iraquíes a «formar, lo más rápido posible, una forma de Gobierno que represente todos los segmentos de la población iraquí».
Los países miembros recordaron que «el terrorismo, en todas sus formas y manifestaciones, constituye una de las más serias amenazas a la paz y la seguridad internacionales, y que cualquier acto de terrorismo es injustificable, independientemente de su motivación» y asegura que no puede ser vinculado a «religión, nacionalidad o civilización».
El Consejo de Seguridad llamó a la responsabilidad de los países miembros y su «obligación para implementar y reforzar las sanciones financieras apuntadas, el embargo de armas y el veto de viaje impuesto sobre el EIIL y los grupos asociados», tal y como indica la resolución 2161 firmada este año.
Crisis humanitaria en Ucrania
El embajador ruso en la ONU, Vitali Churkin, pidió el martes al Consejo de Seguridad «medidas de urgencia» ante el deterioro de la situación humanitaria en el este de Ucrania, pero Occidente volvió a responsabilizar a Moscú de la situación.
Rusia, que había pedido esta reunión del Consejo, convocada a última hora, calificó de «desastrosa» la situación en Donetsk y Lugansk y lamentó que Kiev «siga intensificando sus operaciones militares».
«Rusia puede poner fin a todo esto» dejando de apoyar a los separatistas, replicó la representante adjunta estadounidense, Rosemary DiCarlo, y recordó que las agencias de la ONU y las ONG «estaban en el lugar, listas para incrementar su ayuda en caso necesario».
Fuente: InfoBAE