El conflicto entre el ejército nigeriano y los grupos yihadistas en el noreste de Nigeria, que lleva ya 12 años, ha causado la muerte directa o indirecta de casi 350.000 personas, entre ellas 324.000 niños, informó el jueves Naciones Unidas.
“Estimamos que para finales de 2020, el conflicto había causado la muerte de 350.000 personas, de las cuales 314.000 por causas indirectas”, se lee en el informe “Estudio de las Consecuencias del Conflicto en el Desarrollo en el noreste de Nigeria”, publicado el jueves.
“Calculamos que el 90% de las víctimas de este conflicto, es decir 324.000, son niños menores de 5 años”, precisó
Según las cifras que regularmente presentan las instituciones internacionales, más de 40.000 personas han muerto en los enfrentamientos durante los 12 años de este sangriento conflicto y más de dos millones se han visto obligadas a abandonar sus hogares.
La inseguridad, una amenaza permanente para la seguridad alimentaria, y las pésimas condiciones económicas y sanitarias de los campamentos de desplazados, carentes de infraestructuras básicas como agua corriente y atención sanitaria, podrían provocar más de 1,1 millones de muertes adicionales en los próximos diez años, advierte el informe.
La ONU estima que 13,1 millones de personas viven en el noreste de Nigeria en las zonas afectadas por el conflicto, de los cuales 5,3 sufren inseguridad alimentaria y necesitan asistencia para sobrevivir.
El presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, criticado por su gestión de la seguridad en este país de 200 millones de habitantes, llegó al poder en 2015 con la promesa de acabar con la rebelión de Boko Haram, antigua secta islamista convertida en violento movimiento yihadista.
El grupo Estado Islámico en África Occidental (Iswap), que se separó de Boko Haram en 2016, controla ahora grandes franjas de territorio en torno a la región del lago Chad, donde la población vive bajo su control, sin acceso a los servicios estatales ni a las agencias humanitarias internacionales.