Para oficialistas y opositores, tras las elecciones presidenciales celebradas en octubre, hasta hace poco había un escenario impensable: El de una Venezuela sin Hugo Chávez.
Pero los efectos de un agresivo cáncer que no dio tregua y los esfuerzos titánicos por protagonizar una campaña electoral, fueron la fórmula que permitió que ocurriera lo que era inimaginable.
Su enfermedad no le permitió al líder de la revolución bolivariana concretar su sueño de instaurar definitivamente en Venezuela el llamado socialismo del siglo XXI.
Ahora, tras la ausencia del Comandante, la Constitución Nacional es clara: Se deben convocar elecciones presidenciales en los próximos 30 días.
El proceso comicial será clave. Servirá para elegir entre un candidato que le continuidad al socialismo o darle una oportunidad a una oposición que busca un cambio político y económico. La población tendrá la decisión.
Independientemente del rumbo que elijan los venezolanos, al próximo mandatario le tocará asumir la Venezuela que deja Hugo Chávez, una nación con serias dificultades sociales y económicas.
Inflación
El presidente Chávez deja un país con la mayor inflación del continente americano. De acuerdo con el Banco Central de Venezuela, el año pasado indicador cerró en 20,1 por ciento, más bajo que en años anteriores, pero aún así es el más alto entre todas las naciones de la región. Para este año se espera una cifra mayor debido a la devaluación del bolívar.
Producción
Además de la ausencia del comandante, queda un país con un aparato productivo deteriorado, cuyo único sustento son el petróleo y las obras del sector público, dependiente de las importaciones de bienes, que sólo durante en 2012 cerraron en 60 mil millones de dólares.
PIB
Chávez deja un país con un Producto Interno Bruto (PIB) que muestra un crecimiento de 5,6 por ciento, de acuerdo con cifras del Banco Central. Pero el mismo no está basado en la producción de bienes y servicios, sino en un enorme gasto público financiado por endeudamiento.
Deudas
El líder de la revolución deja una deuda que ronda los 216 mil millones de dólares, equivalente a 73 por ciento del PIB, de acuerdo con el economista José Guerra. La cifra comprende el endeudamiento interno, el externo y los compromisos adquiridos por todas las expropiaciones.
Costo de la vida
Pese a su tesis de buen vivir, el Presidente cede una Venezuela con un alto costo de la vida, un país donde el salario mínimo de dos mil 47 bolívares no basta para adquirir una cesta básica que se encuentra en nueve mil 388, según el Centro de Documentación y Análisis y Social (Cendas).
Desempleo
Pese a su defensa del socialismo con oportunidades para todos, el líder de la revolución bolivariana deja a 989 mil 227 personas en el desempleo y a cinco millones 68 mil 858 en la informalidad, de acuerdo con el último informe del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Pobreza
Aunque se mostraba como el presidente de los venezolanos con menores recursos, no lidió con el problema de «subempleo», por lo que 50 por ciento de la población queda en situación de pobreza, de acuerdo con datos del Centro de Estudios Sociológicos de la Universidad del Zulia.
Pasivos Laborales
Pese a su teoría socialista, con un discurso orientado al apoyo a los trabajadores, Chávez deja pendiente el pago de 77,4 millardos de bolívares fuertes -18 millardos de dólares- por concepto de pasivos laborales en el sector público, sobretodo en las áreas salud y educación.
Crisis eléctrica
El país queda con una crisis eléctrica. Con 60 mil millones de dólares gastados, la población aún sufre apagones a diarios. El país tiene un déficit de generación de mil megavatios, con una oferta que no supera los 17 mil megavatios y una demanda que intenta pasar los 18 mil.
Fuente: La Verdad