La directiva del chavismo pasó de alardear de «democracia interna» con sus elecciones primarias para elegir a aspirantes para los comicios regionales y locales del próximo 21 de noviembre en Venezuela, a imponer candidatos en cinco estados y en, al menos, ocho alcaldías, tras un proceso de «revisión» que profundizó la molestia de sus militantes.
«Vamos a hacer una extraordinaria jornada para que el pueblo decida los candidatos de su preferencia para las gobernaciones y alcaldías (…) Solo el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) abre las puertas para que todo el pueblo decida», aseguró el presidente Nicolás Maduro días previos al proceso interno, celebrado el 8 de agosto.
Sin embargo, la directiva tuvo la última palabra en los estados Apure, Bolívar, Cojedes, Monagas y Trujillo, donde, además, se decantaron por dirigentes que, en la mayoría de casos, no participaron en la contienda interna.
En el caso de Apure, Pedro Leal y Ramón Carrizales obtuvieron la mayor cantidad de votos, pero finalmente será Eduardo Piñate, exministro de Educación, el abanderado por esa región.
Lo mismo sucedió en Bolívar, donde la contienda quedó entre Tito Oviedo y Justo Noguera -actual gobernador- pero ahora Ángel Marcano, quien no participó, será el aspirante.
En Monagas, la actual gobernadora, Yelitze Santaella quedó entre los primeros lugares con Leudi González, pero será Hernesto Luna quien competirá por el Gobierno regional.
Posteriormente, Santaella fue designada por Maduro como nueva ministra de Educación.
En el estado Trujillo, Hugo Cabezas y Hugbel Roa se hicieron con la mayoría de votos, aunque tras la «revisión», el partido designó al diputado de la Asamblea Nacional (AN,Parlamento) Gerardo Márquez como candidato.
Mientras, en Cojedes, los dos primeros lugares fueron para Margoud Godoy y Luis Yoyotte, pero la candidata será Nosliw Rodríguez, que se postuló, pero no ganó.
Godoy, quien era la gobernadora de ese estado, pasó a ser ministra de Mujer e Igualdad.
PRIMARIAS SIN GARANTÍAS
El vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, aseguró al presentar los primeros resultados del proceso, que «ganar las primarias no significa que sea el candidato», una afirmación incompatible con lo que implica la democracia.
«Debemos recordar que ganar las primarias no significa que sea el candidato. Nos estamos preparando para ganar el 21 de noviembre, lo más importante es la revolución antes que un candidato o candidata», expresó.
Un día después, Cabello explicó que el reglamento estableció que los postulados debían obtener el 50 % de los votos como mínimo -luego, rebajado al 40 %- y 10 puntos de diferencia con respecto al segundo lugar.
En vez de ir a una segunda vuelta, el también diputado señaló que la directiva del partido tendría la última palabra al elegir a candidatos de los estados con margen estrecho de voto, tanto para gobernadores como para alcaldes.
«Pasar a revisión no significa que eliminas a uno o a otro; evaluamos las condiciones electorales, las alianzas electorales con el Gran Polo Patriótico (GPP) y vamos tomando decisiones», indicó.
También, según Cabello, tomaron en cuenta la «realidad política» regional, la «fortaleza» de los candidatos frente a la oposición y las denuncias sobre supuestas irregularidades y arbitrariedades de los postulados.
BARAJANDO LAS OPCIONES
La situación se repitió en varias alcaldías, donde el PSUV tuvo la última palabra imponiendo candidatos que, o no estaban postulados o lo estaban, pero en otros cargos.
Para el Ayuntamiento de Atures, Amazonas, la candidata será Yamilet Mirabal, inicialmente postulada para la Gobernación.
Lo mismo pasó con la Alcaldía de Ezequiel Zamora, Cojedes, donde el candidato designado por el PSUV, Jorge Pérez, aspiraba a ser gobernador.
El postulado para la Alcaldía de Heres (Bolívar) será candidato en el municipio Angostura, del mismo estado.
Otros que no aparecen en la lista fueron impuestos en los municipios de Padre Noguera (Mérida), Maturín (Monagas), Díaz (Nueva Esparta) y Sucre (Sucre).
DESCONTENTO EN LAS REDES
«Ahora vamos a la unión total, vamos entonces a los actos de unificación, del abrazo unificador de los precandidatos y precandidatas, tal como todos lo firmaron, a los ganadores y ganadoras, de la unión perfecta del pueblo de Venezuela», expresó Maduro.
Pero Twitter fue el espacio que los chavistas usaron para expresar su descontento, al dejar por fuera a varios de los que eligieron.
Unos militantes pidieron «rectificación», otros expresaron descontento por pasar varias horas en fila para participar y al final su voto «no contó», y otros aseguraron que habrá «voto castigo» para el chavismo.