Enríquez plantea la necesidad de «quitarles a los gobernantes el poder para imprimir dinero de mentira», en alusión al llamado dinero inorgánico, que no está respaldado por la producción o por las arcas del Estado.
El exdiputado Roberto Enríquez, candidato a las primarias opositoras del 22 de octubre -en las que se definirá al abanderado que enfrentará al chavismo en las presidenciales de 2024-, propuso este martes cerrar el Banco Central de Venezuela (BCV) para «acabar» con la devaluación de la moneda local y la inflación del país, la más alta del mundo.
«Lo primero que hay que hacer para sanear la moneda, para acabar con la inflación es cerrar el BCV», dijo a periodistas el político socialcristiano, luego de presentar su programa de gobierno, justo el día que comienza la campaña para los comicios de octubre, en los que competirá contra una docena de aspirantes.
Explicó que su plan económico es «modernizador» y está asesorado por el profesor estadounidense Steve Hanke, que plantea la necesidad de «quitarles a los gobernantes el poder para imprimir dinero de mentira», en alusión al llamado dinero inorgánico, que no está respaldado por la producción o por las arcas del Estado.
«Es necesario que en Venezuela se cierre el BCV o, en su defecto, se modifique la ley del BCV, pero hay que eliminar la discrecionalidad para emitir dinero de mentira (…) el BCV es una máquina de hambre, un aparato de pobreza, de devaluación e inflación», insistió.
Un país abundantemente rico
Enríquez aseguró que, con su propuesta, Venezuela pasará de ser un país «miserablemente pobre» a uno «abundantemente rico», brindando seguridad jurídica para las inversiones extranjeras y para que retornen capitales locales.
Según sus cálculos, cerca 400.000 millones de dólares de venezolanos «se fueron por las confiscaciones, la devaluación» y otros problemas de la crisis, que mantuvo al país en recesión durante siete años, hasta 2021.
Aunque no dio mayores detalles, adelantó que su programa de gobierno contempla «privilegios para venezolanos que tienen plata afuera», para motivarlos a regresar esos capitales, entre las que mencionó «ventajas fiscales».
La moneda de Venezuela, el bolívar, se devaluó un 37,34 % frente al dólar estadounidense en el primer semestre, luego de una depreciación de 73 % en 2022, una tendencia que se ha mantenido en la última década.
Asimismo, la inflación acumulada entre enero y julio fue del 115 %, un porcentaje muy inferior al de años anteriores, en los que el promedio era de cinco o seis cifras anuales, en medio de una espiral hiperinflacionaria de la que el país empezó a salir en 2021.
EC