El reto principal sigue siendo la detección temprana. Es fundamental que el sistema de salud en Colombia actúe de manera coordinada.
La semana pasada se conmemoró el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, una fecha clave para reflexionar sobre la gravedad de esta enfermedad y la importancia de la detección temprana y el tratamiento oportuno. Con 2’261.419 casos nuevos en 2020, el cáncer de mama es el más frecuente en el mundo, representando el 12 % del total de los cánceres. En Latinoamérica, Colombia ocupa el tercer lugar con un 10,3 % de los casos y es la principal causa de muerte por cáncer en mujeres. Las 41.681 muertes en el continente subrayan la urgencia de intensificar los esfuerzos.
El reto principal sigue siendo la detección temprana. Es fundamental que el sistema de salud en Colombia actúe de manera coordinada. La información accesible y clara es esencial para que los pacientes tomen decisiones que mejoren su tratamiento.
En Latinoamérica, Colombia ocupa el tercer lugar con un 10,3 % de los casos y es la principal causa de muerte por cáncer en mujeres
En nuestro país, la Cuenta de Alto Costo (CAC) reporta 107.181 casos prevalentes y, aunque ha habido un aumento de la cantidad de casos, también es alentador el incremento del 6,18 % en la detección en etapas tempranas. Aun así, es crucial que regiones como Caribe y Amazonia-Orinoquia alcancen los estándares de detección del centro del país.
Los tiempos de espera para iniciar tratamiento han mejorado, con un promedio de 28,62 días en 2022. Sin embargo, persisten brechas entre los regímenes contributivo y subsidiado en el acceso a servicios. De ahí que se requieran estrategias específicas que prioricen la promoción y la prevención en este tema con focos específicos en mujeres de las áreas más vulnerables. Esta es una oportunidad para renovar el compromiso con la detección temprana y el acceso equitativo a tratamientos de calidad.
Aquí no sobra resaltar que el Centro de Tratamiento e Investigación sobre Cáncer Luis Carlos Sarmiento Angulo (CTIC) ha sido reconocido internacionalmente por su excelencia en el tratamiento del cáncer de pulmón, destacando su investigación en bases genéticas y patrones de heredabilidad.
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