Si se diagnostica en estadio temprano, la tasa de supervivencia a 5 años es de 83 %. Sin embargo, sólo 31% de los casos se diagnostican en este estadio, según cifras de la American Cancer Society (Sociedad Estadounidense del Cáncer).
Hoy se celebra el Día Latinoamericano de la Lucha Contra el Cáncer Bucal y, ahora cuando se aproximan las fiestas navideñas es común ver cómo la población se da licencia para cometer varios excesos en las comidas, la ingesta de alcohol y del cigarrillo. Esto puede generar diversas complicaciones como el cáncer bucal.
En el caso de los fumadores, el cigarrillo tiene el alquitrán, un componente que es altamente cancerígeno además de otros ingredientes cuya combustión genera cambios de calor en la boca, que también puede inducir lesiones potencialmente malignas. Además, la ingesta de bebidas alcohólicas junto al cigarro potencializa la posibilidad de padecer cáncer bucal.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el cáncer en la boca se ubica entre la quinta y sexta enfermedad maligna más frecuente en el cuerpo humano, pero no todo paciente que tenga una lesión en la cavidad oral significa que tiene cáncer. Hay múltiples lesiones benignas como las aftas y otras neoplasias que deben ser diagnosticadas por un patólogo bucal, quien está capacitado para investigar y determinar si no se trata de un ente cancerígeno.
“Lo interesante de la patología bucal es que no sólo se trata de cáncer. Hay lesiones benignas en niños, adolescentes, pacientes con ortodoncia o con prótesis y pacientes con VPH que, cabe destacar, puede contraerse no sólo por vía sexual, también por contacto bucal con objetos inertes contaminados. Así mismo, están las úlceras aftosas recurrentes o las llamadas afta, representan 40% de la consulta”, indica Luisana Brito Mendoza, especialista y magister en medicina bucal y patología bucomaxilofacial..
Si el cáncer se diagnostica en estadio temprano, la tasa de supervivencia a 5 años es de 83 %. Sin embargo, sólo 31 % de los casos se diagnostican en este estadio, según cifras de la American Cancer Society (Sociedad Estadounidense del Cáncer). De allí que sea tan importante hacer una detección precoz antes de que se haya diseminado a los tejidos circundantes o de los órganos y/o en los ganglios linfáticos regionales, subraya Brito.
Por desconocimiento o por miedo muchas veces las personas no acuden a un médico bucal y/o patólogo bucal sino a un otorrinolaringólogo o a un dermatólogo, cuando observan una lesión en su boca. En este sentido, la especialista señala cuáles son los signos ante los cuales se debe estar alerta y más si hay un componente genético en la línea familiar. Estos son:
-Placas blancas, rojas o marrones en boca, mucosa, lengua, borde lateral de lengua, paladar, piso de boca.
-Aumento de volumen, tumores que no permitan la movilidad de la lengua.
-Manchas en los labios.
-Úlceras en la mucosa del labio que no cicatricen.
-Borramiento del borde del labio cuando se recibe mucho sol. Si eso sucede es un desorden potencialmente maligno que puede desencadenar en cáncer.
Por otra parte, indica la patólogo bucal que las aftas son lesiones ulcerativas benignas muy frecuentes en la boca, que tienen un componente multifactorial y están asociadas a grados severos de estrés, enfermedades de tipo inmunológico, carencia de hierro o de vitamina B1 o ácido fólico y reacciones al gluten.
Las personas deben observar si presentan alguna llaguita que tenga fondo amarillento con bordes enrojecidos, muy dolorosa, que no cicatrice después de quince días y se localice en zonas como labios, cachetes, bordes de lengua y piso de lengua. No tienen potencial de malignizarse, sin embargo, el cáncer bucal puede presentarse como una úlcera, alerta Brito.
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