Dulzura y serenidad. Son las características en las que coinciden amigos y familiares al describir a María Gabriela Isler Morales, quien el pasado sábado se hizo acreedora de la séptima corona del Miss Universo para Venezuela.
desde que era una bebé, sus familiares la llaman cariñosamente «Molly», porque nació con el cabello con destellos rojizos.
«Lo más bonito de ella es su calidad humana. Siempre bromeo con eso porque yo soy pisciano y dicen que somos muy caritativos, pero ella es ariana y resulta que es más caritativa que yo (risas). Además, es una persona muy dulce, a pesar de sus 25 años», dice su orgulloso padre Juan Guillermo Isler, según publica el diario El Universal en su portal.
Similar impresión tiene el diseñador Alejandro Fajardo sobre la chica que durante su infancia participó en varios desfiles de tiendas de ropa del centro comercial Hyper Jumbo. «Gaby es una mujer muy sincera, seria y serena», son las palabras con las que describe el modisto a la valenciana que vio clases de modelaje en la Agencia People’s International de Maracay.
Fajardo, quien fue el creador del traje típico y el vestido de gala que lució en el Crocus Hall de Moscú, agrega que su fuerza de voluntad es «algo admirable».
«Nadie apostaba por ella en el Miss Venezuela ni en el Miss Universo, y mira lo que logró. Ella siempre logra sobreponerse sin importar lo que digan», cuenta Fajardo, quien perdió la cuenta de sus años de amistad con Isler.
Y esa seguridad hizo que la coronada Miss Universo 2013, nunca decayera a pesar de participar en diversos concursos de belleza sin lograr la victoria. «Yo nunca voy a olvidar el día que ella participó en el Miss Teen Venezuela, porque perdió y todos en la familia estábamos cabizbajos pensando que ella lo estaría, y resulta que no. Tenía una actitud como si hubiera ganado», recuerda su tío materno, Julio César Morales.
Pero a pesar de su paso por varios certámenes sin éxito, la chica de 25 años con título en gerencia de mercadeo de la Universidad Tecnológica del Centro de Guacara, jamás visualizó estar en el Miss Venezuela. Su llegada al concurso de belleza más importante del país fue gracias a un peluquero que trabaja en Sundara, salón del belleza que pertenece a su hermana Karen.
«Ese muchacho resulta que tiene varios contactos con la Organización Miss Venezuela y logró convencer a Molly -como le dice cariñosamente su familia- de que fuera a Caracas a participar en el Miss Venezuela y parece que apenas la vio Osmel (Sousa), quedó seleccionada sin tener que pasar por todas las pruebas», cuenta el papá de Isler.
Por ahora, la mujer más bella del universo que ayer lució ante la prensa el traje de baño más caro del mundo, blanco con esmeraldas, diamantes y rubíes valorado en un millón de dólares, no sabe cuándo vendrá al país. Su agenda está llena de compromisos en Nueva York, ciudad donde vivirá.
«Soy una chica simple. Sólo he venido a divertirme», dijo Isler en declaraciones en inglés durante el encuentro con los medios en Moscú.
Fuente:Panorama
