En la ciudad china de Shenzhen, cada día se abandona a un niño en la calle, por lo cual se creó un albergue especial para que los padres abandonen a sus hijos.
Pues ahora les mostramos una iniciativa similar, pero que tiene lugar en Corea del Sur.Y es que en las calles de Seúl también son abandonados cientos de niños cada año. Para poner a estos pequeños a salvo, el pastor Lee Jon-Rak y su esposa idearon una forma de que estos bebés fueran localizados rápidamente y sufrieran menos riesgos.
Para ese fin, instalaron una caja parecida a un buzón, donde los padres pueden depositar a los hijos recién nacidos que ya no quieren.
Así, de vez en cuando Jon-Rak monitorea recibe en esta caja a los bebés abandonados y se hace cargo de ellos.El documental The Drop Box trata sobre la labor de amor que realiza este matrimonio.
Lo ideal sería que los bebés nunca fueran abandonados, pero mientras esta utopía se cumple, es bueno saber que hay personas en el mundo dispuestas a cambiar el futuro de estos niños.