En enero de este año, el gobierno prometió que con la activación de las casas de cambio en la frontera se frenaría la depreciación del bolívar. Tres agencias comenzaron a funcionar en esa fecha, en el estado Táchira, y en marzo empezaron operaciones tres más. Para ese entonces, el cambio estaba a un bolívar por peso colombiano, y en vez de frenar la caída, más bien se ha agudizado: desde el 15 de junio la cotización de la moneda nacional ha bajado de 0,43 centavos de peso a 0,38 centavos de peso por bolívar.
La depreciación de la moneda hace cuesta arriba la compra de alimentos y medicinas en Colombia, debido a que resulta muy costosa. Un paquete de harina de maíz precocida, cuyo precio regulado en Venezuela es de 840 bolívares, la venden los comerciantes informales en 8.000 bolívares y con la compra condicionada de un pote de crema de arroz, atún o tubo de dentrífico. El mismo producto en Colombia, donde se consigue sin inconvenientes, el empaque de medio kilo, al cambio de la moneda, supera los 14.000 bolívares.
Carlos Chacón, concejal del municipio fronterizo Bolívar, en San Antonio, explicó que el PIB en Colombia cerró en 2016 con un alza de 2%, mientras que en Venezuela cayó 13%.
“Al no haber producción, el venezolano va al vecino país a dejar sus bolívares para cambiar a pesos y comprar lo poco que pueda. Eso atiborra, congestiona el mercado colombiano de bolívares y al haber mucha masa monetaria venezolana, baja el precio. La conocida oferta y demanda”, explicó Chacón.
Indicó que de acuerdo con las cifras de la ONG Transparencia Internacional, Colombia se ubica en el puesto 87 de países corruptos, mientras que Venezuela ocupa el lugar 11. Dijo que el contrabando amparado por la corrupción ha incidido en la disminución del valor de la divisa venezolana en la frontera.
“Al haber tanta corrupción, el contrabando también inunda el mercado colombiano de bolívares y sucede lo mismo: mientras más bolívares, el precio disminuye”, indicó el concejal.
Carlos Chacón señaló que la inflación en Colombia, en 2016, se ubicó en 5,8%, pero en Venezuela las cifras oficiales siguen siendo un misterio gubernamental. De acuerdo con los cálculos de investigadores sobre la materia, el más conservador advierte que se ubicó en 800%.
“Todos estos asuntos, aparte de la corrupción de las casas de cambio, no sirven para nada. El mismo gobierno ha reconocido que ni siquiera han liquidado 5 millones de dólares. Absolutamente ninguna política económica sirve en Venezuela porque la acomodan para efectos personales. A las pruebas nos remitimos: hoy cuando estamos dando esta declaración, está por debajo de 0,40 centavos de peso por bolívar el cambio en frontera. Y es continuo. Ni siquiera es día a día, sino hora a hora que va bajando el valor de nuestro bolívar”, agregó.
Sin embargo, la afectación no es solo para el venezolano que pasa a Colombia a adquirir lo que puede, sino para los comerciantes neogranadinos a quienes se les reducen las ventas por el bajo poder adquisitivo de los venezolanos.
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Por Confirmado: Gabriella Garcés