Los investigadores franceses trataban de establecer este jueves el perfil del hombre sospechoso de atropellar a seis militares en un barrio de París, un ataque que reabrió el debate sobre la ‘Operación Sentinelle’ y los riesgos para los soldados implicados en la lucha antiterrorista.
Hamou B., un argelino de 36 años, alcanzado por cinco balas durante su arresto ocurrido el miércoles horas después del ataque, todavía no podía comparecer ante los investigadores a causa de su estado de salud, según una fuente policial.
El único antecedente que poseía se debía a una infracción de la legislación para extranjeros, según esta fuente, aunque actualmente su situación es legal.
El sospechoso, nacido en 1980, fue arrestado en la tarde del miércoles en una autovía en dirección a Calais, en el norte de Francia, horas después de que hubiera atropellado a seis soldados de la operación «Sentinelle» (centinela) en Levallois-Perret, en la periferia noroeste de París.
La policía trata de «aprovechar los elementos» descubiertos en los registros efectuados el miércoles en su domicilio de Bezons, en las afueras de París, y en «otros puntos».
Hamou B., conductor de vehículos de transporte con conductor (VTC), llevaba una vida discreta y vivía en un edificio de un barrio residencial, según testimonios de vecinos recabados por la AFP.
La fiscalía antiterrorista se hizo cargo de la investigación, abierta por «intento de asesinato (…) en relación con una empresa terrorista».
Este sexto ataque contra soldados reabrió el debate sobre la operación «Sentinelle», que moviliza a 7.000 soldados en Francia desde los atentados yihadistas de 2015. Los últimos ataques en Francia apuntaron, principalmente, contra las fuerzas de seguridad en lugares emblemáticos.
Para los expertos, estos militares se han convertido en «objetivos». El 14 de julio, el presidente francés, Emmanuel Macron, anunció que el dispositivo iba a ser revisado «en profundidad».
– «Reexaminar» –
«No es la operación más oportuna, pues la mayoría de las intervenciones están pensadas para que se protejan ellos mismos (los militares)», declaró la diputada de izquierda radical Clémentine Autain a la cadena Franceinfo. «Evidentemente, el dispositivo debe ser reexaminado», consideró el diputado conservador Daniel Fasquelle.
«Ante todo, hay que anular la reducción del presupuesto del ejército», afirmó por su parte Florian Philippot, vicepresidente del partido de ultraderecha Frente Nacional (FN), en alusión al controvertido recorte de 850 millones de euros en la partida para Defensa de 2017.
El eurodiputado, entrevistado en la emisora Europe 1, defendió la idea de una «misión de la policía y la gendarmería», que podría sustituir a ‘Sentinelle’.
Ésta «muestra la contribución del ejército francés, del ejército de tierra para la seguridad del país», replicó en la radio RFI el presidente de la Asamblea Nacional, François de Rugy, del partido del presidente Macron, La República En Marcha (REM). «La defensa del territorio nacional forma parte de las misiones del ejército», afirmó.
Aún así, la comisión parlamentaria de investigación de los atentados ocurridos en París en noviembre de 2015 ya se preguntaba sobre la eficacia del dispositivo en sus conclusiones, presentadas en julio del año pasado, y proponía «revisar a la baja el volumen de efectivos desplegados», para concentrarlos en «la protección de determinados puntos estratégicos».
Además, el jefe del estado mayor del ejército de tierra, el general Jean-Pierre Bosser, también se mostró a favor de que la misión pase a tener «3.000 efectivos repartidos en puntos claves», otros «3.000 de reserva» y «3.000 más» dedicados a la «anticipación», es decir, a la preparación de escenarios de crisis.
AFP
Por Confirmado Massiel Bravo