El Algodonal sin pruebas para descartar enfermedades

El Algodonal sin pruebas para descartar enfermedades

Sin pruebas de esputo, un estudio esencial para la pesquisa de tuberculosis, neumococo, infecciones por hongos y otros padecimientos respiratorios, presta servicio el complejo Dr. José Ignacio Baldó, mejor conocido como El Algodonal, en la parroquia Antímano.

 

Familiares de los pacientes de ese centro de referencia nacional relataron que las muestras de las mucosas son extraídas por las enfermeras para luego procesarlas en el Instituto Nacional de Higiene en la UCV, el Universitario de Caracas o en clínicas privadas, según la urgencia del caso.

 

Más allá de la progresiva escasez de insumos básicos, trabajadores de la institución denuncian que el déficit de enfermeras mantiene de manos atadas al personal de guardia, por lo que la atención a los pacientes es limitada y más aún en horas nocturnas y durante los fines de semanas.

 

En una jornada laboral ordinaria, en el anexo Simón Bolívar, solo seis enfermeras están disponibles para atender los servicios de Neumonología y Cirugía de Tórax, integrado por al menos seis salas, con ocho pacientes cada una, según relató una enfermera.

 

En ese recinto, ayer únicamente dos enfermeras estaban activas en el servicio de Medicina II, que fue reinaugurado hace un poco más de dos semanas, después de estar al menos cinco años clausurado.

 

En el recinto donde acuden enfermos quebrantados por severos problemas respiratorios y tumores en los pulmones, los médicos integrales comunitarios son mayoría en algunos servicios, mientras las enfermeras son rotadas constantemente para cubrir las fallas de personal.

 

El trabajador de salud que ingresa a la institución a través de la Misión Barrio Adentro exige cargos fijos al despacho sanitario. Trabajadores estiman que en el lugar existen más de 80 enfermeras interinas.

 

“No están haciendo exámenes de serología como VIH”, relató María Dugarte, quien denunció supuestos contratiempos en el tratamiento a su hijo, a quien trasladó a otro centro.

 

El presidente de la Sociedad Venezolana de Neumonología y Cirugía Toráxica, José Silva Figueroa, calificó la situación de grave, pues recordó que es el centro más importante para ese tipo de experticia. “El esputo es el primer paso antes de un estudio invasivo como lo es una biopsia de pulmón o una broncoscopia”, reiteró. También detalló que en la ciudad solo existen dos posgrados universitarios de Neumonología, uno en el Clínico y el otro en El Algodonal, donde aplican 6 estudiantes cada año. Enfatizó que la escasez de especialistas se debe a la migración de 30% de los médicos recién graduados.

 

María Yánez, portavoz de la Red de Sociedades Científicas Médicas de Venezuela, indicó que la falta de cepillos, guantes, batas y otros materiales quirúrgicos dificulta la práctica en la cirugía de tórax. “Los fines de semana no hay anestesiólogos”. Indicó que las instalaciones pediátricas que fueron inauguradas hace dos años no funciona la terapia.

 

En Venezuela, después de los padecimientos cardiovasculares, el cáncer de bronquios, tráquea y pulmón ocupan la segunda causa de muerte con 16.121 personas fallecidas entre 2007 y 2011, de acuerdo con los anuarios de mortalidad correspondientes a esos años. Solo en 2011 las neoplasias cobraron 3.967 vidas, lo que supone 18% de las muertes ocurridas por cáncer en ese período, cuando fallecieron 22.327 personas.

 

JULIO MATERANO |  EL UNIVERSAL

 

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