Ejercicios para trabajar tu mente

Ejercicios para trabajar tu mente

Nuestro cerebro necesita mantenerse en actualización constante, como el músculo que es, debemos ponerlo a entrenar para que se mantenga joven y activo.

 

Con el paso del tiempo nuestra materia gris pierde capacidad tanto de concentración como de razonamiento, esto sucede porque al hacer nuestras cosas de manera rutinaria, nuestro cerebro se acostumbra y le impide afrontar nuevos retos.

 

¡Rétalo!

Cambia tu reloj de muñeca. Tu cerebro no se lo espera, siempre voltear hacia el mismo lado te hace caer en rutina y tu mente ya está preparada para eso. Al cambiarlo de lado comenzarás a despertar la otra parte de tu cerebro.

 

Camina en tu casa con los ojos cerrados. Memoriza cada una de las habitaciones por las cuales vas a transitar, después cierra tus ojos y camina mientras vas recordando en donde se encuentra cada mueble, cada objeto. Recuerda que si no lo haces bien, tu dedo chiquito sufrirá las consecuencias.

 

Cambia de lado del mousse de tu computadora. El utilizar la mano contraria agilizará tu cerebro de manera increíble. Al principio no será fácil, pero con la práctica lograrás hacerlo a la perfección, además despertarás otras partes de tu cerebro.

 

Apréndete las calles. Cuando te dirijas a algún lugar, vayas en tu coche o en transporte público, ve memorizando en orden las calles por las que vayas transitando. Además de agilizar tu mente ¡jamás te perderás!

 

Cultívate. Abre tu diccionario, y ve aprendiendo una palabra nueva diario. Durante el día ve formulando frases con ella para que jamás la olvides. Además de incrementar tu acervo verbal, tu cerebro estará en constante razonamiento recreando frases con palabras que eran desconocidas para él.

 

Escucha las noticias. En la mañana prende el radio o la televisión y pon mucha atención en la información más relevante. En el transcurso del día platícaselas a tus compañeros de clase, de trabajo, familiares y amigos. Esto ayudará a trabajar la retención de información y expandirá tu memoria.

 

Haz una lista. Al final de tu día escribe todas las actividades que realizaste, lo más ordenadamente que puedas; trata de no saltarte ninguna. Ve hilando una a una y cómo pasaste de una a otra. ¡Tu capacidad de concentración aumentará!

 

Memoriza el súper. Escribe tu lista de compras, memorízala y ¡lánzate al súper! No se vale llevar una copia de tu lista, pues en caso de que estando en la tienda sientas que olvidas algo, hagas hasta el máximo esfuerzo por recordar, ¿difícil? ¡No! Íntentalo.

 

 

Fuente:veintitantos

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