El estrés que produce el trabajo diario de la oficina es un asunto innegable. La presión de las labores es abrumadora y es cierto que por salud física se hace necesario tomar medidas, por ejemplo, las famosas pausas activas, vitales para mover el cuerpo y recargarse de energía. Por esta razón te recomendamos estos ejercicios para hacer en la oficina, presta mucha atención.
Ejercicio para la espalda
Una forma de relajar la espalda que sufre tanto mientras permaneces 6 horas sentado, es descomprimir los discos intervertebrales y generar movimiento en la zona superior del cuerpo.
Este ejercicio es sencillo, lo que debes hacer es llevar tus manos detrás de la nuca entrelazar tus dedos, y doblar lentamente la cabeza hacia un lado. Lo ideal es que tu espalda se mantenga completamente recta y que tus piernas estén dobladas en posición de 90 grados. Sostén por 30 segundos y listo.
Ejercicio para los brazos
La mayoría de las personas en el mundo cuando se despiertan realizan un movimiento casi que involuntario, hablamos de estirar los brazos. Se ha comprobado que este ejercicio es capaz de darle a tu cuerpo una carga de energía y una relajación a tus músculos que resulta perfecta durante las extenuantes horas laborales.
Mientras estás sentado en tu silla, estira un brazo hacia atrás a la altura de los hombros. Relaja la cabeza y siente como tu circulación mejora y te activa de nuevo. Sostén el movimiento durante 30 segundos, luego cambia de brazo. Realíza este ejercicio 3 veces al día.
Ejercicio para el cuello
El cuello es una zona muy sensible, por ello hay que pensarse muy bien que la relajación constante en esta zona del cuerpo es vital para realizar el trabajo en la oficina y mantenerse activo. Si deseas puedes hacerlos de pie en la oficina, no te llevará más de 3 minutos o si prefieres hacerlos mientras estás sentado, no hay problema, lo fundamental es tener la espalada recta.
Con ayuda de tus manos dobla el cuello hacia el lado izquierdo y sostén durante 3 segundos, luego cambia de lado y sostén. Al finalizar puedes cambiar la orientación del movimiento hacia adelante y hacia atrás. Luego baja los pies lentamente para que la sangre circule y los músculos no se mantengan tensionados.
Fuente: VivirySalud