Aunque el cuerpo humano está diseñado para la actividad física continua, parece que el ejercicio no suele formar parte de nuestro estilo de vida; y esto crea múltiples problemas de salud.
El ejercicio es necesario para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo. La falta de actividad física puede ocasionar en nosotras una serie de patologías hipocinéticas y enfermedades crónicas como la hipertensión, la diabetes y la depresión, entre muchas otras. Así que es momento de entender que la vida sedentaria no tiene nada bueno que ofrecernos y ponernos en movimiento ¡ya mismo!
Sin embargo, existen dos consecuencias fatales a las que hay que prestar especial atención: la primera, el sedentarismo acorta la vida, por lo cual se estima que no llegaremos a cumplir la edad en la fallecieron nuestros abuelos, y la segunda, la falta de actividad aumenta el apetito, así que la obesidad puede tocar la puerta en cualquier momento. Sigue leyendo y entenderás de qué hablamos.
En el British Journal of Sports Medicine se publicó que permanecer 6 horas al día frente a la pantalla del televisor reduce la longevidad hasta en 5 años. De hecho, si a partir de hoy todos decidiéramos pasar 3 horas menos sentados cada día y, simultáneamente, redujésemos el consumo de televisión a un máximo de 2 horas diarias, nuestra vida se prolongaría tres años y medio más, según un estudio norteamericano publicado en la revista BMJ Open. Así que esas horas deben ser reducidas por el bien de la humanidad.
Por otro lado, si permanecemos mucho tiempo inactivos nuestro cuerpo deja de secretar irisina, una hormona que, entre otras cosas, se ocupa de que las células de grasa blanca o “grasa mala”, que se acumula y causa obesidad, se conviertan en “grasa buena”. Es decir, nuestro cuerpo comenzará a acumular depósitos de grasa y poco a poco nuestro peso irá aumentando mientras que el hambre nos ataca constantemente.
Conclusión: seremos obesas y propensas a sufrir de un montón de enfermedades que conlleva esta terrible patología.
FUENTE: eme de mujer








