1.- La demanda supera a la oferta a precios inferiores al de mercado: ESCASEZ.
Con precios máximos existen compradores potenciales que, no obstante hallarse dispuestos a abonar el precio fijado por la autoridad o incluso superior, no pueden comprar.
La característica del precio de mercado es que tiende a igualar la oferta con la demanda… Cualquier alteración de los precios más allá del tipo al que se igualan la oferta y la demanda – en un mercado inadulterado – se autocompensa.
[Cuando los precios máximos han provocado la escasez] acontece entonces que o bien se hallan en condiciones de comprar los primeros solicitantes [First-come, first-served (FCFS)] o bien aquellos que por circunstancias especiales (amistades o relaciones personales) gocen de privilegio; o únicamente pueden hacerlo los seres desalmados que mediante la violencia y la intimidación apartan del mercado a sus rivales.
Si la autoridad pretende impedir que la suerte o la violencia gobiernen la distribución de los bienes existentes y desea evitar el caos… resulta ineludible implantar el racionamiento.
2.- Expulsión del espíritu empresarial del sector intervenido: ESCASEZ ESTRUCTURAL.
La función empresarial es la innata capacidad de todo ser humano para darse cuenta de las oportunidades de ganancia que surgen en su entorno y actuar en consecuencia para aprovecharse de las mismas.
– Ante la imposibilidad de obtener beneficios legalmente por culpa de los precios máximos los empresarios desvían su actividad hacia sectores no intervenidos, agravándose aún más el problema de escasez.
– Como solución a la escasez provocada por la fijación de precios máximos surge el mercado negro.
Fuente: You Tube/ Profesor Huerta de Soto, Catedrático de Economía Política en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.