China negó hoy haber vendido armas a Rusia, aseguró que su estrecha relación con Moscú no es una amenaza para otros países y arremetió con dureza contra EE.UU. durante la primera comparecencia pública ante la prensa del nuevo ministro de Exteriores, Qin Gang.
Qin ofreció una rueda de prensa de casi dos horas en los márgenes de la sesión anual de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo) en la que elevó el tono contra Washington, a quien acusó de «crear crisis» para «contener a China».
El canciller consideró que Washington ha tomado a China «como su rival principal geopolítico» y que «solo intenta hacer tropezar o incluso herir a la otra parte. Eso no es competencia justa, es confrontación malintencionada», aseguró.
«No se saldrán con la suya», espetó.
El diplomático exhortó a Washington a que tenga «una visión inclusiva si quiere volver a ser grande» y subrayó que no podrá «detener los pasos de China en su camino a la modernización».
«Si no pisan el freno, si siguen con esta locura, nada podrá evitar que las relaciones descarrilen. Esta confrontación es una apuesta temeraria, y están en juego los intereses de ambos países e incluso el futuro de la humanidad», aseveró Qin.
Las relaciones bilaterales se deterioraron a pasos agigantados en el último año a cuenta de conflictos como la visita a Taiwán en agosto pasado de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, las sanciones comerciales y tecnológicas o la reciente crisis de los globos «espía».
EFE