Aún no tiene información si el papa podrá participar en las actividades de Semana Santa
El cuadro clínico del papa Francisco «mejora progresivamente,» después de que ayer fuera ingresado por una infección respiratoria, y prosigue el tratamiento indicado, según confirmó el portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni.
«El cuadro clínico mejora progresivamente y prosigue el tratamiento programado», explicó el portavoz en un escueto comunicado.
Esta noche ha descansado «bien» y por la mañana, tras desayunar, ha leído algunos periódicos y ha «retomado el trabajo» desde la habitación. Además, se conoció que acudió a la capilla del apartamento del hospital para rezar y asistir a la misa.
El pontífice «sufre una infección respiratoria que requerirá unos días de tratamiento médico hospitalario adecuado», comunicó la oficina de prensa del Vaticano horas después de ser hospitalizado en la tarde del miércoles.
«En los últimos días, el papa Francisco se había visto aquejado de algunas dificultades respiratorias y esta tarde acudió al Policlínico A. Gemelli para realizarse unos controles médicos», explicó, especificando que no se trata de una infección de Covid-19.
Según los medios, Francisco fue sometido a una TAC en el tórax y a otras pruebas médicas, que han descartado la pulmonía, y su estado de salud no preocupa tras los resultados.
Estos problemas de salud se producen a solo tres días del Domingo de Ramos, que da inicio a los ritos de la Semana Santa, y todavía no está claro si el papa podrá oficiarlos y cómo.
Su hospitalización causó sorpresa ya que el Vaticano comunicó inicialmente que el pontífice había sido ingresado «para controles programados anteriormente», sin mencionar ningún motivo, pero el papa tenía previsto esa misma tarde una entrevista para un programa de la televisión pública RAI que tuvo que ser anulada.
«El papa Francisco se encuentra conmovido por los muchos mensajes recibidos y expresa su agradecimiento por la cercanía y la oración», indicó el Vaticano en el comunicado.
Es la segunda vez que Francisco es ingresado en el este hospital romano, después de que el 4 de julio de 2021 fuera operado del colon, y permaneció ingresado diez días en los que llegó a oficiar el Ángelus desde el balcón del centro sanitario.
Desde entonces, el papa sólo ha sufrido un problema en la rodilla derecha que le obliga a andar con bastón o con silla de ruedas y ha asegurado en varias ocasión que no se quiere operar.