El Gobierno de EE.UU. condenó hoy el lanzamiento de cohetes contra Israel desde Gaza y pidió al Ejecutivo israelí «dejar abierto un canal para que prevalezca la diplomacia» frente a la espiral de violencia que ya ha dejado varios muertos.
«Condenamos rotundamente el lanzamiento de cohetes que persiste contra Israel y los ataques deliberados contra civiles por parte de organizaciones terroristas en Gaza», dijo el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, en su conferencia de prensa diaria.
«Ningún país puede aceptar disparos de cohetes con objetivos civiles, y apoyamos el derecho de Israel a defenderse contra estos viciosos ataques», agregó el portavoz.
Earnest también valoró «el llamado del primer ministro (de Israel, Benjamin) Netanyahu para actuar de forma responsable».
«No está en el interés de ninguna de las partes que esta violencia continúe o que aumente, así que confiamos en que incluso mientras Israel ejerce su derecho a defenderse, dejen abierto un canal para que prevalezca la diplomacia y para que comience un alto el fuego, o al menos una reducción de la violencia», añadió.
El portavoz afirmó hoy que Estados Unidos está «preocupado por la seguridad de los civiles en ambos lados»; tanto los residentes del sur de Israel como los de Gaza, y funcionarios estadounidenses continúan sus consultas con Jerusalén al respecto.
Israel inició este lunes una nueva operación militar contra Gaza, cuyo objetivos, dijo, son frenar el lanzamiento de cohetes desde la franja y golpear a Hamas, a quien considera responsable del asesinato de tres estudiantes israelíes desaparecidos el 12 de junio en la Cisjordania ocupada.
Desde entonces, milicianos palestinos han lanzado desde Gaza cerca de 300 cohetes contra el sur de israel, que han causado heridas de metralla a tres soldados.
En total, son 14 las personas que han perdido la vida en la primera jornada de la operación militar israelí «Margen Protector» sobre la franja, que dejó también 80 heridos, en su mayoría civiles.
El gabinete de seguridad israelí decidió hoy llamar a filas a 40.000 reservistas en preparación para una posible incursión terrestre.
EFE