Barack Obama y sus predecesores Jimmy Carter, Bill Clinton y George Bush padre e hijo se reunieron en Dallas para inaugurar un centro sobre la gestión del republicano.
«Los mejores días para la nación están por venir», dijo el ex presidente George W. Bush al cierre de su discurso tras ser homenajeado en la apertura del Centro Presidencial que lleva su nombre.
El ex mandatario lagrimeó al pronunciar estas palabras mientras el resto del discurso tuvo un tono familiar en el que le dedicó elogios a su padre George Bush, a su esposa Laura y a su hija Jenna que lo hizo abuelo recientemente.
«Estoy retirado de la política – felizmente, debo añadir- no del servicio público», añadió el republicano que no hizo referencia a las guerras de Irak y Afganistán por las que fue cuestionado durante sus dos periodos presidenciales.
En su intervención, el actual mandatario Barack Obama, destacó que hoy es «un día especial para la democracia» por la reunión con todos los exmandatarios del país vivos para inaugurar la biblioteca sobre el legado de su antecesor.
El mandatario destacó en su discurso la «compasión» y «generosidad» de Bush, así como su «fuerza y resolución» tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 y sus esfuerzos en la lucha contra el sida y la malaria.
Obama y los expresidentes republicanos George H.W. Bush y George W. Bush aparecieron juntos en el escenario al lado de los exmandatarios demócratas Bill Clinton y Jimmy Carter.
En su discurso, Obama se refirió al «club» de los expresidentes como «un grupo de apoyo» que ayuda a comprender los «desafíos» de tener el peso de una «enorme nación» sobre los hombros.
«Conocemos a George Bush, es un buen hombre», enfatizó Obama, quien agregó que aprendió de él que el de presidente es «un trabajo humilde» y que hay momentos en que se cometen errores.
Obama dijo también que espera que este año se apruebe la reforma migratoria, después de que los intentos de Bush por sacarla adelante durante su Presidencia fracasaran.
La ceremonia en la Universidad Metodista del Sur de Dallas comenzó con una oración y una presentación de los invitados internacionales, entre ellos el expresidente del Gobierno español José María Aznar y el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi.
El Museo
Restos metálicos del World Trade Center e imágenes de archivos de los atentados del 11-S, los peores ataques terroristas de la historia de los Estados Unidos en el inicio de la presidencia de George W. Bush, dominan la exposición de este imponente complejo en el campus de la Universidad Metodista del Sur en Texas.
Los años en el poder de Bush, de 2001 a 2009, son la historia «de un presidente que pensaba que su mandato estaría consagrado a asuntos internos y que se encontró defendiendo el país», resume Mark Langdale, presidente de la fundación George W. Bush.
Bush, de 66 años, condenó el atentado en el maratón de Boston la semana pasada, y afirmó que éste sirve de recordatorio «de que el mal existe».
«Me hizo recordar que el mal existe y que hay gente en el mundo que está dispuesta a matar a gente inocente para avanzar una causa. No sé que causa sea ésta (la de Boston), pero lo descubriremos», dijo Bush durante una entrevista con la cadena televisiva CNN.
Acompañado de su esposa y exprimera dama, Laura Bush, el 43 presidente de Estados Unidos señaló que tanto el atentado en Boston como la explosión en una planta de fertilizantes en West (Texas) muestran «cuán frágil puede ser la vida para algunos».
«Ambos incidentes nos hicieron llorar, al saber que alguien estaba sufriendo mucho», afirmó Bush.
Preguntado sobre algunas de las decisiones más controvertidas de sus ocho años en el poder, en particular la guerra en Irak tras los atentados de 2001, Bush dijo que la Historia se encargará de juzgarlo.
«La Historia será en última instancia la que juzgue las decisiones tomadas sobre Irak, y simplemente no estaré para ver el veredicto final», subrayó Bush. «En otras palabras, estaré muerto».
Bush reconoció que la biblioteca reanimará el debate sobre su presidencia y su legado, pero que ésta ayudará a informar al público sobre los factores que influyeron en la toma de decisiones.
Preguntado sobre qué lecciones ha aprendido de sus predecesores para ser un líder eficaz al dejar la presidencia, el ex mandatario replicó: «Aprendes que la vida no termina después de que eres presidente; en otras palabras, vas a 100 millas por hora y, en mi caso, amanecimos en Crawford y marcha a cero».
Bush se refirió a su residencia en Crawford, un pueblo en una zona rural de Texas y que, según la Oficina del Censo, en 2010 tuvo una población de 717 habitantes. «El reto es cómo vivir la vida plenamente. En mi caso, he optado por hacerlo fuera de los reflectores», observó Bush.
Fuente: Infobae