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La Casa Blanca anunció este viernes un histórico paquete de ayuda militar para Taiwán por valor de 345 millones de dólares (313 millones de euros al cambio de hoy), en medio de la tensión entre EE.UU. y China.
El Gobierno de EEUU dio a conocer un memorando firmado por el presidente Joe Biden y dirigido al secretario de Estado, Antony Blinken, autorizando el envío a la isla de equipamiento castrense proveniente del inventario del Pentágono.
El texto no precisa los componentes que integrarán este paquete de asistencia militar, aunque un empleado del Congreso conocedor de la ayuda dijo al medio The Hill que contiene capacidades de inteligencia y vigilancia, armas de fuego, misiles y sistemas portátiles de defensa antiaérea, conocidos como MANPADS.
Según medios estadounidenses, por primera vez el país norteamericano mandará ayuda de este tipo a Taiwán que proceda del inventario del Departamento de Defensa, en vez de hacerlo a través del programa estadounidense de ventas militares en el extranjero.
El mecanismo empleado en esta ocasión es similar al utilizado por EE.UU. para destinar ayuda de seguridad a Ucrania, que está resultando rápido y efectivo.
En su presupuesto de 2023, el Congreso estadounidense autorizó el envío de hasta 1.000 millones de dólares en armas para Taiwán a través del procedimiento que se está usando ahora.
Preguntado por los periodistas antes del anuncio del paquete, uno de los portavoces de la Casa Blanca, John Kirby, aseguró este viernes que EE.UU. se toma “muy, muy en serio” sus responsabilidades hacia Taiwán y la mejora de sus “capacidades de defensa”.
“Nada ha cambiado sobre eso y seguiremos mirando formas de hacerlo”, remarcó.
Taiwán es uno de los principales motivos de tensión entre Estados Unidos y China, ya que el país norteamericano es el principal proveedor de armas de Taipéi, algo sobre lo que Pekín ha protestado reiteradamente.
A mediados de julio, el ministro de Defensa de la isla, Chiu Kuo-cheng, reveló que Taiwán va a comprar a EE.UU. el sistema de misiles antiaéreas NASAMS 2.
China reclama la soberanía de Taiwán, un territorio que considera una “provincia rebelde” desde que en 1949 los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí tras perder la guerra contra el ejército comunista.
EFE