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Estados Unidos, Reino Unido evacúan sus embajadas en Saná y Francia anuncia que seguirá sus pasos en las próximas 24 horas. El Departamento de Estado estadounidense anunció que el personal diplomático había sido «trasladado fuera del país» debido al «deterioro de seguridad», urgió a sus ciudadanos que abandonen el país lo antes posible y pidió a los que tengan intención de viajar que cambien de idea por el «nivel elevado de las actividades terroristas y los disturbios civiles».
Washington adopta esta medida menos de una semana después de que los rebeldes hutíes implantaran una nueva acta constitucional y un Consejo Nacional Provisional en lugar del parlamento y demuestra la poca confianza en el diálogo que lidera Naciones Unidas entre los milicianos chiíes y el resto de fuerzas políticas. En medio del caos el grupo yihadista Estado Islámico irrumpió en la escena yemení después de que una rama de Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA) jurara lealtad al califa Abu Baker Al Bagdadi en la provincia de Dhamar, formando el primer núcleo del EI en suelo yemení.
Los estadounidenses salieron con prisa y no tardaron en circular las imágenes de una veintena de vehículos de la legación en manos de los milicianos que controlan la capital y otras siete provincias del país y que, según fuentes consultadas en Yemen, estarían avanzando hacia el sur lo que puede provocar los primeros choques armados con las tribus que han mostrado de forma abierta su rechazo a las nuevas autoridades. El personal de la Embajada norteamericana, eso sí, destruyó armas, ordenadores y documentos, según trabajadores locales consultados por la agencia Reuters.
Lucha antiterrorista en peligro
El nuevo hombre fuerte del país, Abdelmalek al Huti, denunció que «algunos infunden temor en las misiones diplomáticas para que huyan», en referencia al Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), formado por Arabia Saudí, Kuwait, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Omán y Catar, que califica lo ocurrido de «golpe», no de «revolución». Al Huti defendió en un discurso televisado que «la situación de la seguridad es muy estable». Sus palabras llegaron en una nueva jornada con protestas en las calles de Sanáy en Taiz, ciudad del sur que junto a Aden se ha convertido en feudo de los opositores al alzamiento de los hutíes.
Pertenecientes a la rama zaydí (confesión derivada del chiismo que literalmente se traduce como ‘partidarios de Dios’) a los rebeldes yemeníes se les conoce como hutíes por el clan que lidera al grupo desde 2004. Aunque apenas un tercio de los 24 millones de yemeníes pertenecen a esta confesión, el resto son suníes, la buena organización, armamento y el apoyo de Irán, según sus detractores, les han permitido tomar la capital de un país fracturado por las ansias secesionistas del sur, la anarquía de las tribus y el creciente peso de AQPA. La salida de EEUU amenaza la labor antiterrorista que desempeña desde hace años contra este grupo calificado de “amenaza global” por Barack Obama y que estos días tiene seria competencia con el Estado Islámico.
Fuente: ABC.es