Tricia McLaughlin, subsecretaria del Departamento de Seguridad Nacional, advirtió que aquellos que ingresen al país de manera ilegal podrían ser enviados a Guantánamo. La decisión ha generado polémica, ya que un juez federal de Estados Unidos advirtió que la retención de migrantes en Guantánamo podría exceder las competencias legales de la Administración
El Gobierno de Estados Unidos ha trasladado recientemente a un grupo de migrantes a la base naval de Guantánamo, en Cuba, como parte de las medidas más estrictas en materia migratoria implementadas por el presidente Donald Trump desde su regreso a la Casa Blanca.
Según fuentes del Departamento de Seguridad Nacional, citadas por Europa Press, 22 migrantes cubanos fueron transportados el martes a Guantánamo mediante un vuelo organizado por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE). Se estima que el total de personas trasladadas hasta la fecha ronda los 730, en su mayoría procedentes de países latinoamericanos como El Salvador, Guatemala y Venezuela.
Tricia McLaughlin, subsecretaria del Departamento de Seguridad Nacional, advirtió que aquellos que ingresen al país de manera ilegal podrían ser enviados a Guantánamo, al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) en El Salvador o al centro de detención en Florida conocido como “Alligator Alcatraz”. La funcionaria indicó que algunos de los migrantes trasladados presentan antecedentes de delitos graves, incluyendo homicidio, secuestro y violencia contra menores.
La decisión ha generado polémica, ya que un juez federal de Estados Unidos advirtió que la retención de migrantes en Guantánamo podría exceder las competencias legales de la Administración, aunque no emitió órdenes para el cierre del centro de detención.
Este traslado refleja el endurecimiento de la política migratoria estadounidense, con un enfoque en el control y la deportación inmediata de personas que ingresan al país de manera irregular.