Cerca de un centenar de aviones estadounidenses y de otros países de la coalición internacional que combatió en la guerra de Afganistán sacaron de Kabul a unas 19,000 personas este martes, aseguró hoy la Casa Blanca.
Así lo indicó este miércoles a los periodistas un funcionario de la Casa Blanca, que proporciona cada día cifras de evacuaciones desde Kabul, aunque sin aclarar cuántos de ellos son estadounidenses y cuántos afganos.
De ellos, aproximadamente 11,200 personas volaron a bordo de 42 vuelos militares de Estados Unidos, incluidos 37 del tipo C-17, mientras que otros 7.800 evacuados embarcaron en 48 aviones de países europeos y de otros miembros de la coalición de la OTAN.
La cifra muestra la aceleración en el ritmo de evacuación desde el país asiático con el objetivo de cumplir con la fecha final para la retirada total marcada el 31 de agosto por el presidente estadounidense, Joe Biden.
El recuento de 19,000 evacuados corresponde a las 24 horas que transcurrieron entre las 3:00 de la mañana hora de Washington del martes (7.00 GMT) a la misma hora de este miércoles, precisó el funcionario, que pidió el anonimato.
En total son 82,300 las personas que Estados Unidos ha trasladado fuera del país desde el pasado 14 de agosto y 87,900 la cantidad de personas evacuadas con ayuda estadounidense desde finales de julio, según la fuente.
Washington confía en poder evacuar antes del 31 de agosto a todos los estadounidenses que quedan en Kabul y quieren abandonar Afganistán, con el fin de poder cumplir con la fecha límite para la retirada de sus tropas que negoció con los talibanes, que han tomado la capital y la mayoría del país.
En la reunión virtual de este martes del G7 sobre la crisis de Afganistán, Biden rechazó la petición del Reino Unido y otros países para extender la fecha límite para las evacuaciones, mientras los talibanes se oponen a que EE.UU. modifique ese calendario.
Este martes el diario The Washington Post informó de que el director de la CIA, William J. Burns, mantuvo este lunes una reunión secreta en Kabul con el líder de facto de los talibanes, Abdul Ghani Baradar, para discutir la delicada situación en la capital afgana.