El secretario de Estado, Marco Rubio, justificó la medida asegurando que la ayuda exterior debe alinearse mejor con los intereses nacionales y fortalecer las relaciones estratégicas. En ese sentido, se mantendrán bajo el control del Departamento de Estado programas de asistencia humanitaria, salud global, inversión estratégica y seguridad nacional. Desde que Trump asumió el cargo en enero, eliminó el 83 % de los programas de la agencia
El Departamento de Estado de EE.UU. notificó al Congreso su decisión de desmantelar la Agencia para el Desarrollo Internacional (Usaid) antes del 1 de julio de 2025, transfiriendo algunas de sus funciones clave al departamento.
El secretario de Estado, Marco Rubio, justificó la medida asegurando que la ayuda exterior debe alinearse mejor con los intereses nacionales y fortalecer las relaciones estratégicas.
En ese sentido, se mantendrán bajo el control del Departamento de Estado programas de asistencia humanitaria, salud global, inversión estratégica y seguridad nacional.
El cierre de Usaid, una agencia creada por el Congreso en 1961, genera resistencia y podría derivar en acciones legales. A pesar de un intento judicial para frenar el proceso, un tribunal federal de apelaciones revocó la decisión, permitiendo continuar con el plan de desmantelamiento.
El Departamento de Eficiencia Gubernamental (Doge), dirigido por Elon Musk, ha liderado los recortes masivos en Usaid, eliminando miles de empleos y contratos.
Según un memorando interno, “prácticamente todos los puestos no estatutarios” serán eliminados, y los empleados comenzarán a recibir notificaciones de despido en los próximos días.
Desde que Trump asumió el cargo en enero, ejecutó una drástica reducción de Usaid, congelando gran parte de la asistencia exterior y eliminando el 83 % de los programas.
Actualmente, menos de 900 empleados permanecen en la agencia, y la reestructuración busca integrar su trabajo en el Departamento de Estado.
Con un presupuesto de 42.800 millones de dólares, Usaid representaba el 42 % de la ayuda humanitaria global. Su cierre plantea interrogantes sobre el futuro de la cooperación internacional de EE.UU. y el impacto en los países receptores.