El secretario de Justicia de EE.UU., Jeff Sessions, anunció la designación de cinco grupos criminales como principal amenaza.
El secretario de Justicia de Estados Unidos, Jeff Sessions, endureció la represión de la administración Trump contra las organizaciones criminales transnacionales y designó al grupo libanés Hezbollah, a la pandilla centroamericana MS-13 y a tres cárteles de la droga como «las principales amenazas transnacionales del crimen organizado».
En declaraciones a un grupo de funcionarios encargados de hacer cumplir la ley en Washington, Sessions describió las designaciones como «nuestros próximos pasos para llevar a cabo la orden del presidente (Donald) Trump de sacar a la MS-13 y otras (organizaciones criminales transnacionales) de nuestras calles».
«Asumir a grupos criminales transnacionales como los cárteles es una prioridad para este presidente y para su administración», dijo Sessions. «El mismo día que presté juramento como fiscal general, el presidente Trump me ordenó interrumpir y desmantelar a estos grupos».
Sessions indicó que las cinco organizaciones fueron identificadas por el FBI, la DEA, la Fuerza de Tarea contra la Delincuencia Organizada y sobre Drogas (OCDETF) y la división penal del Departamento de Justicia. Un grupo de trabajo encabezado por el vice fiscal general Rod Rosenstein ha sido creado para «coordinar nuestros esfuerzos y desarrollar un plan para sacar a cada uno de estos grupos de nuestras calles para siempre», agregó.
En octubre del año pasado, Sessions designó a la MS-13, la única pandilla catalogada como una organización criminal transnacional en Estados Unidos, como una prioridad para la OCDETF. Hezbollah fue designado como una organización terrorista extranjera por el Departamento de Estado en 1997.
Los otros tres grupos seleccionados por Sessions son el Cártel de Jalisco Nueva Generación, o CJNG, un grupo criminal mexicano; el Cártel de Sinaloa, un sindicato internacional del crimen organizado con sede en México; y el Clan del Golfo, un cártel de la droga colombiano.
Las organizaciones criminales transnacionales «operan en múltiples frentes. Y nosotros también debemos hacerlo», dijo Rosenstein.
Voz de América