Estados Unidos condenó hoy de nuevo la «criminalización de la disidencia» en Venezuela tras conocerse la llegada a Nueva York del general retirado Antonio Rivero, buscado por la justicia venezolana, pero evitó precisar cuánto tiempo lleva en el país o si ha solicitado asilo.
Una fuente del Departamento de Estado, que pidió el anonimato, aseguró a Efe que la diplomacia estadounidense no hará comentarios «sobre los detalles del caso» de Rivero, incluida su situación migratoria en el país.
No obstante, la portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Jen Psaki, aprovechó su conferencia de prensa diaria para reiterar las preocupaciones de EE.UU. sobre la situación política en Venezuela.
«Hemos condenado constantemente, y lo hacemos otra vez hoy, el uso del poder judicial por parte del Gobierno venezolano para intimidar y procesar de forma selectiva a líderes políticos, de la sociedad civil, de sindicatos y de negocios que critican las políticas o acciones gubernamentales», dijo Psaki.
«La criminalización de la disidencia política no es una norma aceptada en las sociedades democráticas, y de nuevo urgimos al Gobierno venezolano a desistir de esta práctica», añadió la portavoz.
Rivero, uno de los dirigentes de la fuerza opositora Voluntad Popular (VP), estaba en paradero desconocido desde que en febrero de 2014 las autoridades venezolanas dictaron una orden de detención contra él por su presunta responsabilidad en la violencia desatada en el marco de las protestas callejeras.
Este jueves, el general retirado reapareció en Nueva York para llevar ante las Naciones Unidas sus denuncias sobre la persecución de la que dice ser objeto.
En una entrevista hoy con Efe en Nueva York, Rivero no quiso dar detalles sobre cómo pudo salir de Venezuela y presentarse en Estados Unidos, y dijo que en un país al que llegó inicialmente, que no quiso identificar, casi lo deportan, aunque logró convencer a las autoridades de esa nación que solo estaba de paso.
El opositor aseguró que en los últimos meses se ha «elevado» el descontento en la clase militar de Venezuela por la crisis que atraviesa su país, a pesar de las medidas del presidente Nicolás Maduro para compensar a los jefes castrenses con «privilegios y ascenso».
Fuente: EFE