«No me gusta perder»
Luis Chataing confía en que en el país va a haber un cambio porque cree que la mayoría de los venezolanos son decentes
L uis Chataing constante, disciplinado, familiar, impaciente, creativo y muy democrático. A Luis Ignacio su bebé lo está disfrutando y «¡Se parece a mi!» Te veo muy serio.
El país me tiene serio, estoy agotado, cansado de tanto abuso, tanta indolencia.
Cuando no estoy trabajando soy muy serio, es como descansar del sujeto de la radio y la televisión y caigo como en un estado de observación, me gusta mucho escuchar, hablo muy poco cuando no estoy trabajando, me gusta escuchar cuentos de los demás y en mi vida hago un esfuerzo grande en mantenerme en la línea del humor y concentrarme en mi trabajo que es traducir el día a día en clave de humor que me siento como si fuera un médium, como la película de Whoopi Goldberg, Ghost, me toca absorber las cosas tan negativas de la noticia y buscarle un brillo de humor por algún lado para poder entretener a la gente y eso desgasta.
¿Cómo recibiste la reacción de Vanessa Davis cuando Televen suspendió tu programa? Como una luz al final del túnel, una brisa fresca recibir la noticia de que me había brindado su apoyo desde su programa de radio y me pareció un tono de sensatez en medio de tanta cosa. Que Vanessa haya salido me animó y luego sentarme a conversar con ella me parece que es el encuentro que todos tenemos que tener. El país necesita que nos sentemos honestamente sin estar poniendo la cara a la cámara ni payaseando pretendiendo nada, sino honestamente, sabiendo que es un momento en que todos los venezolanos o nos unimos o desaparecemos.
Los pronunciamientos de Giordani, Navarro, Bernal te parecen sinceros. Yo no veo nada sincero, son zorros viejos, lo entiendo como parte de un momento de cambio que necesariamente estamos atravesando, parte de la estrategia personal de cada uno de ellos, ellos sabrán por qué lo están haciendo. Si hay alguna desgracia que ocupa mi alma en este momento es que este gobierno en 15 años logró hacerme desconfiar de todo, pero eso no me permite desenfocarme o desencontrarme conmigo mismo como para no saber cuál es mi ruta, pero no creo en la transparencia de nadie.
¿Están revelando verdades insólitas? No, están diciendo cosas que ya sabíamos desde hace mucho tiempo quienes nos oponemos a lo que ha pasado y, probablemente, un sector de quienes apoyan lo que ha pasado, cosa que los convierte en cómplices descarados ¿qué está pasando que ellos se ven obligados a dar este paso? No sé, pero me parece muy interesante, creo que forma parte de la transición que marca la muerte de Hugo Chávez y la sumatoria de desaciertos de Nicolás Maduro en apenas 12 meses de gobierno. Si esto es así ahorita no me quiero imaginar lo que será en 24 meses.
¿Cómo interpretaste que te nombraran en cadena nacional? Como una invitación a entrar en el ring y yo con mucho gusto la acepto. No le tolero a él ni a nadie que mienta y mucho menos descaradamente como lo hizo en mi caso y ahí fue cuando me tomé mi tiempo y esperé el horario Premium de mi programa de radio para responderle. En lo personal me afecta porque me obliga a decirle al país que ese señor está mintiendo y con la facilidad y el descaro que mintió ese día que dijo que yo me había entrado a golpes con el dueño de Televen y que me habían botado de no sé cuántos lugares cuando yo lo que he hecho es renunciar a dos radios porque he sentido mis derechos atropellados, por la misma razón que le respondí a él. Mi obligación era decirle al país que ese hombre estaba mintiendo y así como estaba mintiendo en ese caso es muy probable que lo haya hecho en otros casos mucho más importantes que el mío, porque el mío es importante si lo interpretes por el lado de la libertad de expresión que así nos toca a todos, pero si miente tan facilito conmigo que otra mentirita nos habrá metido en temas realmente delicados.
Hay quienes dicen que de todo hacemos un chiste y por eso estamos como estamos.
Es una válvula de escape, no podemos vivir amargados y acabar con nuestras familias, ni pasar 24 horas al día echando chistes, de nuevo aparecen los extremos que no son buenos para nada. El que dice eso lo que está tratando es trasladar sus características personales a los demás y eso tampoco se puede imponer. Leopoldo López es mi amigo y yo desde mi tribuna busco acciones a favor de que liberen a Leopoldo y denunciar al mundo lo que le pasa, pero eso no me impide ver una película ni ver el fútbol. Todos sufrimos lo que nos pasa, pero tampoco vivir encerrados en un laberinto ni darle la espalda al país, es un balance.
Tiene que haber una forma para quienes pensamos diferente nos sentemos, nos entendamos y respetemos las diferencias.
Fueron 16 años en los cuales este señor que se murió le sacó un maldito provecho a la división entre los venezolanos, un maldito provecho electoral, cosa que nos va a tocar a nosotros superar y en eso estamos.
¿Te vas del país? Por primera vez en mi vida lo estoy considerando, tengo algunas ofertas y es muy probable que me vaya por mi hijo, por su futuro y es un sentimiento muy fuerte porque como todos los venezolanos le he puesto mucho a esto, le he puesto mi cara a este asunto, nunca he bajado la guardia y retirarme a trabajar en otro lado de cierta forma es perder un round y a mi no me gusta perder.
¿Ves un futuro? ¡Claro!, el mundo no se acaba mañana, ni la raza humana ni los venezolanos (jajajaja), me hubiese gustado verle el futuro en un corto plazo, pero si hay algo de lo que esté gratamente sorprendido es de la capacidad que tengo de equivocarme, confío en esa capacidad de no tener ni la más remota idea de lo que pueda pasar para que un día me levante y diga: oye, mira, quién iba a pensar que esto iba a suceder y en positivo. Confío en que aquí va a haber un cambio, creo que la mayoría de las personas tenemos que ser decentes, querer un país mejor y respetar el país de todos. Es «nuestro» país.
Editorial de Tal Cual
Esperanza Márquez
