Editorial de El Nacional: Entre la “paz” y el “infierno”

Editorial de El Nacional: Entre la “paz” y el “infierno”

Hasta mañana a las 6:00 pm (hora de Washington, y de Caracas) tiene plazo Hamás para aceptar el acuerdo de 20 puntos que Donald Trump y Benjamín Netanyahu presentaron el lunes para poner fin al conflicto en la destrozada Gaza. El presidente de Estados Unidos, fiel a su estilo, dijo que en caso contrario “se desatará un infierno, como no se ha visto antes, contra Hamás.”

Sabemos que el ser humano es capaz de lo mejor, pero también, lastimosamente, de lo peor. Aún retumba la voz de Felipe VI, Rey y jefe de Estado de España, en la Asamblea General de Naciones Unidas clamando, implorando y exigiendo, fueron sus términos, “que se detenga ya esta masacre”. La ofensiva militar israelí contra Gaza ha liquidado a numerosos miembros de Hamás, y a población civil, mujeres, ancianos y niños, que no logró, o no quiso, abandonar la Franja. El infierno ya se transmite a diario por las televisiones del mundo.

El papa León XIV, en un breve comentario consideró que el plan “contiene elementos interesantes y parece una propuesta realista”. Deseó el sumo pontífice que Hamás lo acepte. Aunque Trump asegura que todos los países han firmado, lo cierto es que los miembros de la Liga Árabe, que reúne a 22 naciones, está dividida en torno al documento firmado en Washington. El secretario general adjunto de esa organización, Hosam Zaki, en declaraciones a la agencia española EFE dijo que el plan tiene puntos discutibles y otros simplemente inaceptables.

Uno de los puntos claves del acuerdo que suscita dudas en países árabes es la falta de concreción sobre la retirada del ejército de Israel. La milicia islamista de Hamás también estaría dividida, según diversas fuentes, entre quienes apoyan que se apruebe el plan de manera incondicional porque garantizará el alto el fuego y otros que solo lo aceptarían si se eliminan sus ambigüedades. Zaki lo resume así: hay políticos árabes y palestinos que lo ven como un punto de partida y otros como un suicidio.

El tiempo corre en contra de Hamás y de los propios palestinos. El plan parece tan blindado como las unidades militares que siguen activas en territorio gazatí. La pregunta es si Trump aceptaría modificaciones en el documento de 20 puntos, lo que pudiera tener alguna mínima posibilidad por sus cambios de opinión, pero es impensable en cuanto a Netanyahu, satisfecho con un texto de flexibles sujeciones.

Se desconoce también que otras figuras internacionales, además del ex primer ministro de Reino Unido Tony Blair, o representantes de gobiernos, integrarán la “Junta de Paz”, estipulada en el punto nueve del plan, presidida por Donald Trump, que supervisará el nuevo gobierno palestino “apolítico y tecnocrático”. En horas se sabrá si la paz, aunque precaria y muy dolorosa, se abre un espacio en la devastada Gaza.

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