Editorial de El Nacional: Zapatero, defensor de derechos humanos

Editorial de El Nacional: Zapatero, defensor de derechos humanos

 

José Luis Rodríguez Zapatero, quien ejerció la presidencia del gobierno español entre 2004 y 2011, salió por un momento de su mutismo –“lo más útil y económico ante las injurias es el silencio”, dice citando a Ramón y Cajal– para concederle una entrevista a El País de Madrid, un medio donde se comenta que tiene vara alta, en la que habla de su más reciente libro La solución pacífica, de Donald Trump y de Venezuela.

Con relación a Venezuela hay una sutileza interesante: Zapatero deja de presentarse como un mediador de la crisis política nacional y opta por definirse como defensor de los derechos humanos, que es, subraya, lo más importante que puede hacer en este momento de su vida. Aclara, por los malos entendidos tan prolíficos, que él defiende los derechos humanos “de verdad, no los retóricos que tanta gente enarbola.”

Como se recuerda, y él admite ante el peso de las evidencias, Zapatero estuvo en Venezuela el 28 de julio y luego literalmente desapareció del mapa. Unos cuantos meses después, durante la presentación de su anterior libro en Madrid (La democracia y sus derechos), fue abordado por un enjambre de periodistas que lo ametrallaron a preguntas sobre la crisis venezolana. “Mi papel de mediador me impide pronunciarme», dijo, en resumen, en aquella ocasión.

Nunca explicó quién lo designó como mediador, tampoco nadie le evidenció que si hay cuestionamientos al mediador es que la cosa no va bien o simplemente él no es un mediador confiable para las dos partes, porque quizás sea más para una que para la otra. Pero, en fin, el expresidente del gobierno español varió su rol, ahora es defensor de los derechos humanos, en categoría premium, que cumple con discreción, alejado de la retórica y de los focos.

“Las críticas me producen una indiferencia impresionante”, suelta, pero, y esto es más que una sutileza, cuando el periodista insiste en que ha habido críticas muy duras de opositores venezolanos, Zapatero responde con preguntas: “¿Qué opositores? ¿Qué críticas? Si estoy en contacto con opositores venezolanos todos los días…”. Tales preguntas que se autoformula indican que las críticas no le son para nada indiferentes, por el contrario, lo que hace es ignorarlas.

“Desde el minuto uno sé muy bien el papel que puedo y que debo hacer”, expresa como un latiguillo. Y en eso tiene razón.

 

Editorial de El Nacional

Foto AFP-

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