Editorial de El Nacional:  Un Papa para la paz

Editorial de El Nacional:  Un Papa para la paz

La elección de Robert Francis Prevost Martínez es, dice el editorial del diario digital El Español, que escribe su director, Pedro J. Ramírez, “una de esas jugadas maestras que la Iglesia Católica gusta de ejecutar en los momentos en que el mundo parece asomarse al abismo.”

Más de 2.000 años de historia y 266 papados previos nutren esa sapiencia para advertir el signo de los tiempos, sin perder de vista el tumulto de los días; pero con capacidad para mandar una señal esperanzadora, como se desprende de la imagen que el ahora papa León XIV proyecta con su serena aparición, su trayectoria pastoral, de hombre dialogante y su propia historia personal de un estadounidense de raíces múltiples y conocedor del barrio latinoamericano. Desde 2015 tiene también la nacionalidad peruana.

Fue una ceremonia la del 8 de mayo que atrapó la atención mundial, por un momento al menos alejada de los conflictos bélicos que ensombrecen este primer cuarto del siglo XXI y que refuerza la presencia de la Iglesia Católica tanto en creyentes como no creyentes que anhelan una voz poderosa comprometida con la promoción humana en un período de incertidumbres y retrocesos democráticos. La palabra paz fue la más repetida por León XIV en su primera y breve intervención en la Plaza de San Pedro, aún visiblemente conmovido por su nombramiento.

Prevost es licenciado en Matemáticas, tiene una especialización en filosofía. Luego de esos estudios iniciales ingresó en el noviciado de la orden de San Agustín donde hizo sus votos solemnes en 1981. Obtuvo el título de Maestro en Divinidad en la Unión  Teológica de Chicago y cursó Derecho Canónico en la Universidad Pontificia Santo Tomás de Aquino en Roma. Es conocedor profundo, por tanto, de las normas que regulan la vida de la Iglesia. También políglota.

Figura cercana al papa Francisco, que lo hizo administrador apostólico de la Diócesis de Chiclayo y obispo titular de Sufar, en Perú en 2014, tras su regreso a ese país luego haber cumplido dos misiones previas vinculadas a su orden religiosa. A principios de 2023, Francisco lo lleva a Roma como prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina. Unos meses después lo nombró cardenal.

León XIV eligió su nombre en recuerdo de León XIII de largo papado, entre 1878 y 1903, y fecundo sobre todo por su encíclica Rerum Novarum (De las cosas nuevas), que puso especial énfasis en la situación de las clases trabajadoras tras el impacto de la Revolución Industrial, y que se constituyó en la doctrina social de la Iglesia Católica. Tiempo de cambios y de nuevos rumbos, como los de ahora.

Se habla de continuismo con el legado dejado por Francisco, pero también de moderación. Apenas comienza el tiempo de León XIV que ha dejado por donde ha pasado, como lo refieren medios peruanos, semblanza de hombre reservado y, sin embargo, con notoria actitud para escuchar.

 

Editorial de El Nacional

 

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