La décima edición de la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi 2024), que produce la Universidad Católica Andrés Bello, estimó que la población del país es de 29,37 millones de personas, a partir de proyecciones de Naciones Unidas, organismo que había previsto en 2015 que Venezuela tendría 33,88 millones de habitantes para el año 2024. Hay, apunta el estudio de la UCAB, 9 millones de hogares y, en promedio, 3,2 miembros por unidad familiar.
Es una semejanza más con Cuba: se reduce y envejece la población. En ambos casos, como lo atestiguan otros estudios, es el resultado de la suma del éxodo masivo, el incremento de la mortalidad y los nacimientos no ocurridos.
En Venezuela viven más mujeres que hombres, en una relación de 100 a 98, porque ellas tienen una vida más prolongada y ellos, además, emigran en mayor proporción. Cada año desde 2017, según muestra un gráfico de Encovi, la migración masculina ha sido mayor que la femenina. La migración en general refleja cambios significativos en los últimos años: la calificación educativa de los que se van es menor y se incrementa el porcentaje de personas de mayor edad que emigran, de 30 a 49 y de 50 o más.
El informe de la UCAB, una herramienta indispensable para palpar a Venezuela, ante la ausencia de estadística oficial, indica que por cada 100 personas en edades activas hay 65 dependientes infantiles y adultos mayores. Un nivel de carga demográfica que se estimaba para el año 2040 con las perspectivas previas al éxodo migratorio.
Encovi 2024 incorpora en su décima edición, con información levantada entre junio y julio del año 2024 en 2.400 hogares, el tema de la discapacidad “para visibilizar a las poblaciones que presentan alguna dificultad de tipo visual, auditiva, motora, para comunicarse y autogestionar su cuidado.”
Son casi 5 millones de personas de 5 años y más las que tienen alguna dificultad visual: más mujeres (59%) y en edades potencialmente activas. Más de 1 millón de personas tienen dificultades auditivas, predominan también las mujeres y adultos mayores. La segunda discapacidad es la de dificultades motoras (2,3 millones), más entre los hombres, frecuentemente por secuelas de accidentes, y adultos mayores. También cerca de 700.000 personas tienen alguna dificultad para autogestionarse su cuidado. En un orden similar el estudio reporta las dificultades de comunicación, más comunes entre las mujeres y menos diferenciadas por edad. La atención de las personas con discapacidad exige en el hogar hasta 4 horas diarias a su cuidado.
El país, indica el estudio en una de sus conclusiones, sigue teniendo una situación de vulnerabilidad entre leve y moderada porque en 50% de los hogares persiste una o dos condiciones de vulnerabilidad de las ocho dimensiones del índice general: las dos más notorias son la educativa y la estructura del hogar: leve reducción de la población con más de 11 años de escolaridad y disminución de la incorporación de las mujeres al mercado laboral.
Editorial de El Nacional