Editorial de El Espectador: Chile, con la ultraderecha como favorita

Editorial de El Espectador: Chile, con la ultraderecha como favorita

 

Kast, un abogado de 59 años, buscará el apoyo de Johannes Kaiser, que obtuvo el 13,9 % y la centroderechista Evelyn Matthei, con el 12,4 %.

Con los resultados del domingo anterior, los chilenos elegirán el 14 de diciembre a presidente entre la candidata de la izquierda, la comunista Jeannette Jara, quien terminó primera, con un 26,85 %, y el representante del Partido Republicano, de ultraderecha, José Antonio Kast, segundo con el 23,92 %. Kast se perfila como el posible ganador, pues tendría el apoyo de otros dos candidatos de derecha derrotados, con un 26 % adicional, y podría obtener los votos de quien terminó tercero, el populista Franco Parisi, con el 19,7 %. Los electores le han pasado a la candidata oficialista una cuenta de cobro por los grandes problemas que deja el actual gobierno.

Para la mayoría de los analistas, y frente a los graves problemas económicos, sociales y de seguridad, los votantes han preferido una opción contraria a la de la izquierda en el poder. Casi un 70 % de los más de 13 millones de chilenos que fueron a las urnas demostraron su inconformidad con la gestión del presidente Gabriel Boric. Kast, un abogado de 59 años, buscará el apoyo de Johannes Kaiser, quien obtuvo el 13,9 % y la centroderechista Evelyn Matthei, con el 12,4 %.

Es la tercera oportunidad en la que el candidato de la ultraderecha se presenta a las elecciones presidenciales, pues en la pasada contienda perdió frente a Boric. Se le ha definido como alguien ultraconservador frente al tema de las libertades individuales, en especial frente al aborto, y ha planteado instaurar un gobierno de emergencia para Chile, dándoles énfasis a los temas de “seguridad, el crecimiento económico, el debilitamiento del Estado —busca recortar USD 6.000 millones en 18 meses— y la migración irregular”, según El País de España.

El panorama más complejo es el de Jeannette Jara, exministra del actual gobierno, de quien se esperaba mantuviera al menos el 30 % de los sufragios para ser más competitiva en las semanas que vienen. Parece haber alcanzado el techo máximo dentro de la izquierda. La candidata deberá moderar su propuesta política para acercarse al centro y tratar de diluir su militancia comunista. La mejor opción que tiene es la de buscar el apoyo de un buen número de seguidores de Parisi, pues a pesar de que se trata de un candidato populista de derecha, habría posibilidades de acercarse a las expectativas de buena parte de sus sufragantes. Parisi, dado que sus votos no son endosables, dijo que no anda “firmando un cheque en blanco a nadie. Les tengo una mala noticia al candidato Kast y a la candidata Jara: gánense los votos”.Los chilenos, más allá de afiliaciones ideológicas, han acudido a las urnas en las últimas elecciones buscando respuestas a sus necesidades. Lo que se denomina el péndulo chileno, que suele castigar al presidente saliente, demuestra cómo los partidos tradicionales, que fueron el fundamento de la transición tras Pinochet, se han atomizado y hay nuevas fuerzas políticas que atraen el apoyo del electorado. Algo similar sucede con el Congreso, donde la fragmentación existente no permite garantizar un margen de gobernabilidad. El domingo anterior se renovó la totalidad de la Cámara de Diputados, 155 congresistas, y casi la mitad del Senado, 23 de los 50 senadores de siete regiones, favoreciendo a la derecha.

Las próximas semanas serán de importantes negociaciones por parte de Jara y Kast, que se medirán de nuevo en las urnas en menos de un mes. El resultado marcará un nuevo rumbo en un país que ha demostrado en los últimos 35 años una gran madurez democrática.

 

Editorial de El Espectador

 

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