El legendario cantante dominicano Eddy Herrera tiene un objetivo a corto plazo: conquistar al público asiático con los merengues que lo llevaron a la cúspide.
Recordado por su “rapeo” en “El jardinero”, uno de los temas más representativos en la década de los 80 con la orquesta de Wilfrido Vargas, conversó con la marca 2001 y contó cuáles son los próximos retos a cumplir en su carrera musical.
Eddy Herrera y su conexión con el público
“He estado en países de Europa, he actuado en Estados Unidos, todo el Caribe, pero me interesa mucho entrar en el mercado de Asia”, detalló el intérprete de canciones que han amenizado las mejores rumbas de la región.
Consciente del repunte del género urbano, con el trap y el reguetón a la cabeza, indicó que la aceptación del público por esos sonidos constituye un ciclo natural de la vida.
“Quién sabe si dentro de un año aparece una nueva propuesta que permite que el urbano ya no sea el número uno. Lo importante es que el merengue sigue presente en el público, incluso entre los jovencitos, he visto a muchachitos corear mis temas”, dijo.
Admirador de Maluma
Poseedor de un impactante registro vocal y con una inmejorable puesta en escena, Herrera es un hombre sensible y receptivo. A eso se suma su admiración por otros colegas y, quizá como quien no quiere la cosa, lanzó una perla: le gustaría grabar con el reguetonero colombiano Maluma.
“Su línea melódica se parece a la mía, aunque él es más romántico. También me gustaría entrar a estudio con JB Balvin. Lamentablemente, no puedo grabar con Daddy Yankee porque él ya anunció su retiro”, agregó.
Y justamente decir adiós es algo que le cuesta a cualquier artista. Herrera no es ajeno a ello, por eso ya tiene un tiempo estimado para dejar los escenarios: en un lustro. “Quizá en unos cinco años pueda retirarme y estar más tranquilo”, apuntó.
Fuera de las luces y tarimas es un padre dedicado a sus tres hijas. “Soy muy hogareño, hago lo imposible por proveer a mis hijas de todo lo primordial: comida, techo y estudios. Las dos grandes son graduadas universitarias y la pequeña, Nathalia, de 18 años, se va en los próximos meses a estudiar a Berkley. Recuerden ese nombre: Nathalia Herrera, porque dará de qué hablar”, exclamó emocionado al mencionar a su último retoño.
Agradecimiento a Caracas
La capital de Venezuela era la ciudad de la música. Precisamente pegar acá era garantía para hacerlo en el resto de Latinoamérica e incluso cruzar continentes. Herrera recordó con ilusión qué tiene que ver la otrora “de techos rojos” con su incursión como solista.
“Para mi Caracas querida solo hay agradecimiento. Fue precisamente Venezuela el país que me empujó a lanzarme como solista cuando ya había decidido abandonar la orquesta del maestro Wilfrido Vargas”, revisitó.
Es en Caracas, el próximo 16 de junio, cuando encenderá una rumba de merengue en los espacios del Centro Ciudad Comercial Tamanaco (CCCT). No lo hará solo, estará con sus colegas Sergio Vargas, Fernandito Villalona, Roberto Antonio, Las Chicas del Can, Bonny Cepeda, además de los venezolanos Omar Acedo y Omar Enrique, este último su amigo desde hace más de 20 años.
“Invito a quienes todavía no tienen su entrada a comprarla, va a ser una buena rumba, una noche que no olvidarán”, concluyó.
Globovisión