La reciente venta de más de 1100 vehículos en dólares en el país marca Ford, desató la polémica ¿es positivo o negativo este tipo de transacciones? Según los economistas esta medida está en una balanza. Es negativo porque “alimenta la inflación” y es discriminatorio, sin embargo, aseguran que puede resultar una experiencia positiva que lleve a brindar alivio a la producción nacional.
A esto se suma que otras empresas del mismo sector querrán igualdad de condiciones. Ayer el secretario general del Sindicato de Ford, Gilberto Troya, aclaró que todas las plantas están en las mismas condiciones de “emergencia” y por eso se sumarían General Motors y Chrysler a la venta de automóviles en dólares y “poco después se unirán Mitsubishi y Toyota falta que lo debatan y analicen para apoyar la propuesta”.
Según Troya, la medida traería el beneficio de reactivar a las ensambladoras y brindaría estabilidad laboral a los trabajadores del sector automotor.
Además de vehículos, en el país también se conoce de transacciones en dólares en otros sectores como venta de boletos aéreos a destinos internacionales y la comercialización de inmuebles.
El economista Tomás Socías afirmó que “es una experiencia que pudiera ser positiva, a pesar de las críticas, porque pudiera aliviar la producción de muchas empresas de inversión extranjera o incluso nacional”.
Sobre las actividades comerciales con divisas antes mencionadas, Socías señala que “el Ejecutivo ha rechazado la dolarización porque significaría un impacto en la inflación”, por lo que se podría hacer “retroceder esta medida por el impacto que ha generado como es el caso de los trabajadores que ahora piden ganar en dólares”.
Desde el Gobierno, el único vocero que ha mencionado el tema es el ministro de Planificación, Ricardo Menéndez, quien aclaró que “el bolívar es la única moneda legal que circula en Venezuela”.
En relación con los autos vendidos, Troya informó que fueron comercializados 1.187 vehículos bajo la modalidad de adquisición, a través del pago en dólares.
Explicó que el procedimiento fue acordado directamente con los clientes, que transferirán el costo en dólares a la banca y esta a su vez a Ford para importar las piezas y ensamblar los vehículos.
“La materia prima importada para el ensamblaje de esas unidades ya fue pedida y aguardamos que llegue para cumplir con el ritmo de manufactura de 655 automóviles en julio y 532 en agosto, lo que daría un total de 1.187 unidades”, señaló Troya.
Por el sector privado, el presidente de Conindustria, Eduardo Garmendia, hizo una defensa del posible nuevo esquema de compras en divisas, al explicar que la Ley del Banco Central de Venezuela (BCV) no prohíbe la circulación de dólares en el país.
Detalló que el artículo 94 de la norma establece que la unidad monetaria del país es el bolívar, pero en caso de que se atribuya una moneda común, se podrá adoptar alguna moneda extranjera.
Pese a este argumento, otro sector de empresarios sostiene que aún es extraoficial el tema de compras de productos en dólares. Miguel Pérez Abad, presidente de Fedeindustria, recalcó este aspecto, haciendo referencia a las negativas consecuencias que podría traer la no asignación de divisas oficiales a las ensambladoras.
Enfatizó que el Estado no puede asignar a todos los sectores “dólares ni en la cantidad ni en los tiempos exigidos por los demandantes. Ahora bien, no darle dólares a la Ford (y a todas las ensambladoras), por supuesto que tiene sus consecuencias negativas. Se estarían poniendo en riesgos más de 100 mil empleos directos e indirectos”.
En tanto, Jorge Roig, presidente de Fedecámaras, indicó que el inicio de transacciones en divisas supone un cambio en las leyes. “Este esquema debe venir acompañado de un marco legal, se deberán modificar la Ley de Precios Justos, Ley de Impuestos Sobre la Renta y cómo asegurar los vehículos”.
Jessica Velásquez
Panorama
