El economista y profesor de la UCV, Leonardo Vera, explicó que para una economía que tiene 7 años cayendo consecutivamente como la de Venezuela, el despegue es muy modesto, con condiciones muy precarias, una muy mala prestación de servicios públicos y con carencias en educación.
«Venezuela no ha arreglado, se han arreglado algunos aspectos del acontecer económico, pero la calidad de vida sigue muy mal», destacó Vera.
A su juicio, lo que se observa es un repunte del consumo, producto de la semi informalidad de la dolarización, pero no es la manera en que una economía con este tipo de cataclismo debe comenzar a despegar, porque el crecimiento debería venir acompañado de un un buen paquete de políticas económicas y ayuda internacional.
«Venezuela sigue aislada y esto es algo que se tiene que entender , Venezuela no va despegar sino cuenta con el acompañamiento internacional», reiteró el profesor universitario.
Además resaltó que dicho crecimiento es tan minúsculo, que no es sostenible y está concentrado en algunos espacios geográficos.
Por su parte, Giorgio Cunto Morales, economista de Ecoanalítica y profesor universitario, detalló que en el 2021 la economía no decreció tanto, y en algunos nichos se registró cierto crecimiento, producto del fin de un ciclo económico.
«De la misma forma la economía se encuentra en vías de salir de la hiperinflación, aún con tasas de inflación muy alta. En cuanto a las condiciones subyacentes de la economía, no hubo mucha ganancia en términos de capacidad productiva y eso condiciona mucho el rebote de la economía, así como el aislamiento internacional del país y su entorno institucional», explicó.
Considera que, el crecimiento se debe a la acción del sector privado que se ha desenvuelto en un entorno más flexible.
Explica que Venezuela es un país «bimonetario de facto», lo cual es prácticamente irreversible y presenta un desafió para la política monetaria a futuro.
«Más allá de la retorica, el bolívar pasó a un segundo plano, para completar vueltos en transacciones comerciales. Como instrumento de confianza de reserva de valor está devaluado», apuntó.
Asimismo, Vera coincide en que mientras el Ejecutivo no acepte el proceso de sustitución de monedas que el venezolano ha decidido tomar, entonces tendrá que seguir pagando en bolívares al sector público.
«Lo deseable es que haya un reconocimiento del sistema monetario en el que trabaja Venezuela, y que el país comience a trabajar en en un sistema bimonetario formal» recomendó el economista en entrevista para Unión Radio.
Fuente: El Nacional