En el año que se inicia persisten las dificultades de los propietarios de vehículos para adquirir baterías, pese a los anuncios oficiales del 2014 según los cuales el problema estaba en vías de solución.
Barquisimeto no escapa a esa situación como lo afirman personas que deben hacer largas colas y a veces pasar noches frente a las distribuidoras con el fin de que les vendan ese artículo indispensable para cualquier automotor.
En la distribuidora Duncan de la avenida Pedro León Torres con 56, las vigilias no se han acabado al comenzar el nuevo año, y lo mismo ocurre con la de Titán en la avenida Divina Pastora, barrio Unión.
Miguel Torres madrugó este lunes con la esperanza de conseguir un acumulador nuevo para su camioneta. Primero pasó por la Titán, pero la cola de vehículos era interminable y como la zona no es nada segura y la presencia policial es inexistente, se vino hasta la Duncan de la Pedro León Torres para ver si tenía suerte.
Lo anotaron en una lista de espera por la que, presumía, irían efectuándose las entregas, pero tan pronto el establecimiento comenzó a funcionar notó ciertas irregularidades como la de algunas personas que llegaban posteriormente y las hacían pasar de primero con el argumento de que estaban anotadas desde el pasado día 30.
También se extrañó de que uno de los empleados le dijo que debía llevar su camioneta o de lo contrario no le podían vender la batería. «Pero yo pude ver cómo a varias personas que entraban caminando salían con sus baterías, lo que me parece muy raro porque esa medida debe ser para todos, no debe haber privilegios”, expresó.
Además, se preguntó, cómo poder llevar el vehículo a la distribuidora si carece de batería para prenderlo, además de que en las actuales circunstancias nadie ofrece la suya prestada por temor a que se le dañe.
Afortunadamente Miguel consiguió que un amigo le prestara su acumulador para poder llevar su camioneta, no sin temor de que cuando regresara ya otras personas estarían adelante y una vez más tendría que retirarse sin su objetivo.
Eso ocurre frecuentemente en las distribuidoras, cuyos directivos, al parecer, no ejercen el debido control en las entregas para evitar que algunos empleados incurran en discriminaciones o preferencias.
Igualmente, sería conveniente que desde la Comandancia de Policía se destinaran algunos funcionarios que protegieran a los propietarios o vehículos que deben pernoctar durante las noches con el fin de adquirir ese implemento automotor.
Escrito por Hugo J. Boscán Foto: Archivo
EL IMPULSO