¿Has oído hablar de alguna vez de la drunkorexia? Hasta ahora, este trastorno que mezcla el alcoholismo y la anorexia era poco conocido pero, lamentablemente, está creciendo entre los jóvenes. Los afectados reemplazan las calorías de la comida por las que aportan las bebidas alcohólicas. En definitiva, la idea es no comer para poder seguir bebiendo.
En este trastorno alimentario se une la obsesión por estar delgado con la aceptación social del consumo del alcohol. Además de lo perjudicial que puede resultar la ingesta desmesurada de alcohol, también se suma el aporte de energía (calorías) de todas aquellas bebidas alcohólicas. Hay que tener en cuenta que un gramo de alcohol aporta 7 kilocalorías, es decir, un combinado supera las 200 calorías, una lata de cerveza supone alrededor de 110 calorías y un vaso de vino unas 80 calorías.Riesgos de la drunkorexia
Desde el Instituto de Obesidad alertan de los riesgos de la drunkorexia para los jóvenes, que se comportan “creyendo que las calorías no ingeridas por los alimentos tradicionales se compensarán con las calorías de las bebidas alcohólicas”. Sin embargo, esta enfermedad tiene un montón de efectos en el organismo. Por ejemplo, el hígado femenino sufre más por el alcohol aunque ingiera menos cantidad y durante un tiempo más corto que el hombre. Además, el corazón femenino también es más vulnerable, ya que con un 60% menos de alcohol pueden sufrir la misma cardiopatía. A pesar de todo esto, la drunkorexia se está extendiendo, especialmente entre las chicas jóvenes.
Tratamiento
El diagnóstico certero es el primer paso para un tratamiento en que debe intervenir un psicólogo con el objetivo de tratar la adición, los problemas asociacos y las pautas erróneas adquiridas. Además, es necesario un nutricionista para recuperar el equilibrio nutricional perdido, uno de los objetivos prioritarios del tratamiento./YG
Fuente:Saludpasion.com