Sucede justo en uno de los accesos al Empire Polo Club de la ciudad californiana de Indio, un par de horas antes de que arranquen las actuaciones de Neil Young y Paul McCartney. Una mujer, que acude a la cita musical, se abraza a uno de los patrulleros, que está fuer del coche. Una y otro acaban llorando.
La mujer, vestida con tejanos y camisa, tiene el día libre y acude al doble concierto. Pero ella también es policía. Acaba de saber que dos compañeros del cuerpo de policía de Palm Springs han fallecido en un tiroteo y otro se halla grave.
Diversos efectivos que prestaban servicio en este histórico Desert Trip fueron movilizados para la gran operación de búsqueda. Decenas de agentes rodearon un edificio de la citada Palm Springs, aunque no disponían de plena confirmación. Los oficiales respondieron a una llamada por una llamada de violencia doméstica. Estaban en la puerta de la casa cuando se produjeron los disparos.
Uno de los fallecidos, José Gilber Vega, tenía previsto retirarse en diciembre. Había aceptado hacer horas extras este sábado. La otra difunta es Lesley Zerebny, madre de un bebé de cuatro meses.
“Era una simple cuestión de violencia doméstica y alguien decidió abrir fuego sobre ellos”, afirmó el jefe policial Bryan Reyes.
Una vecina declaró al The Sun Desert que el padre del sospechoso le comentó poco antes de incidente que su hijo sufría problemas mentales, que tenía un arma y que quería matar policías.
La Vanguardia