Cuatro personas resultaron heridas por arma blanca en París el viernes, en la calle Nicolas Appert, cerca de la antigua sede de Charlie Hebdo.
Esta agresión, que coincide con el juicio por el atentado que en 2015 diezmó a la redacción de la publicación satírica, habría sido cometida por una sola persona que fue detenida, indicó la policía, que en un primer momento habló de dos atacantes.
El presunto agresor, quien llevaba rastros de sangre, había intentado huir en metro, pero fue detenido en el metro Bastilla, según FranceInfo. Según News Paris, ya habría confesado los hechos.
También revisó a la baja el número de heridos e indicó que se trata de dos y no de cuatro, quienes habrían sido agredidos con un cuchillo carnicero de punta aguda. Uno de los heridos es sería un periodista de la agencia de prensa First Lines.
Los heridos se encuentran en estado muy grave pero fuera de riesgo vital, indicó por su parte la policía de París.
El canal de televisión local BFM reportó que se puso un cerco de seguridad en el perímetro y que varias escuelas, guarderías y residencias para personas mayores fueron cerradas en las cercanías como medida de precaución. Miles de niños quedaron confinados.
Pese a que Al Qaida amenazó con un nuevo atentado luego que la revista rechazara dejar de publicar caricaturas de Mahoma, aún nadie se ha adjudicado el ataque.
Además, aunque inicialmente se reportó el envío de un dispositivo explosivo, pero el lugar fue revisado y no se encontró ningún artefacto sospechoso.
Alain Jocard | Agence France-Presse
Tras el ataque del 7 de enero de 2015, en el que murieron 12 personas, incluyendo algunos de los caricaturistas más célebres de Francia, la revista se mudó a otros locales, cuya dirección se mantiene en secreto.
Escenas de pánico
“Dos colegas estaban fumando un cigarrillo abajo del edificio, en la calle. Escuché gritos. Fui a la ventana y vi a uno de mis colegas, cubierto de sangre, y a un hombre con un machete persiguiéndolo”, contó a la AFP una empleada de la agencia de prensa y producción Premières Lignes, ubicada en la misma calle.
“Salimos a almorzar a alrededor del mediodía. Cuando llegamos al restaurante la dueña se puso a gritar “¡váyanse!, ¡váyanse!, ¡hay un ataque!… Salimos corriendo y nos encerramos dentro de nuestro local con varios clientes”, contó a la AFP Hassani Erwan, un peluquero ubicado en la zona.
AFP