El precio del dólar oficial superó, este miércoles 28 de julio, la barrera de 4 millones de bolívares, luego de aumentar 1,20% en comparación con su cierre precedente para alcanzar una cotización de 4.036.633,95 bolívares, justo en día cuando el mercado paralelo registró un sorpresivo retroceso.
Con esta nueva marca, el dólar oficial ha subido 25,39% en lo que va del séptimo mes del año, por lo que se perfila como el tercer mayor incremento mensual en lo corrido de 2021, pero es poco probable que alcance una variación que se equipare con el alza de 42% en abril y mucho menos el 63% de enero.
El Banco Central de Venezuela (BCV) ha realizado 7 intervenciones en el mercado, con inyecciones de divisas que, se estima, podrían superar este mes los 30 millones de dólares. El economista José Guerra que el ente emisor ha «quemado» más de 115 millones de dólares de reservas en esta política sin un éxito consistente.
El mercado se comportó con una clara tendencia alcista, por lo que el precio oficial de referencia redujo la diferencia que le separa del paralelo a 98.766 bolívares.
Con esta nueva marca histórica en materia de depreciación del bolívar, el salario mínimo ahora es equivalente a 1,73 dólares mensuales. Este es el monto de las pensiones y jubilaciones y el parámetro para la determinación de los salarios de más de 2,8 millones de empleados públicos.
Los datos que el BCV muestra revelan fuertes aumentos en los precios de compra de divisas en los bancos. Parece que escaseaban más bolívares que dólares, mientras que en el segmento la presión fue menor. Solo un banco, Banplus, compró divisas a un valor promedio inferior a los 4 millones, mientras que el Banco Mercantil superó al promedio general del sistema en esta categoría.
En el segmento de venta de divisas, los bancos Venezuela y Bancamiga ofrecieron cotizaciones por debajo de los 4 millones, aún cuando la segunda institución tuvo un valor de compra superior. Banplus y Banco Mercantil reportaron precios que, incluso, superaron al paralelo.
Fuente: Banca y Negocio
Por: Maria Laura Espinoza
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