La pregunta que muchas nos hacemos y la búsqueda insatisfactoria de una respuesta. “Si las mujeres pretenden que las seduzca un príncipe y las lleve a la cama un gladiador, están perdidas”, asegura el columnista.
La pregunta que se hacen las mujeres: ¿dónde están los hombres?, es la misma que se hacen los hombres sobre las mujeres; sólo que las mujeres han convertido la cuestión en un “vacío” imposible de llenar, sin respuesta satisfactoria.
El ideal apunta más allá de lo conocido: ¿esos hombres, objeto de deseo de las mujeres, habitan en su imaginario o son reales? ¿Existen los machos dispuestos a dominarlas y al mismo tiempo otorgarles la libertad de su existencia, el libre albedrío?
¿Quién ha osado meterles la idea de que otro hombre es posible? Han sido las propias mujeres las insolentes, las insatisfechas de siempre, las pretenciosas; ellas y sólo ellas, con su clamor de frustraciones prehistóricas las que han pedido a gritos un cambio en sus pares humanos del sexo opuesto.
La nueva masculinidad
A la hora del cambio muchas cosas son posibles: cosmética for men, la metrosexualidad, los piquitos con amigos, intercambio de parejas, etc. La nueva masculinidad se permite lo que antes se reprimía o era rechazado por la sociedad.
Sin embargo, ellas siguen insistiendo en la búsqueda de los hombres. ¿Dónde están, entonces? No pueden aceptar que hubo una acción y reacción a partir de los nuevos paradigmas y, por más que les pese, estos hombres de hoy son la consecuencia inexorable… Según parece, muchas no están muy conformes con los resultados.
Es posible que las mujeres deban ayudar a los hombres a integrar los viejos paradigmas de la masculinidad con los nuevos, si ellas pretenden que las seduzca un príncipe y las lleve a la cama un gladiador, están perdidas.
Y entonces retomarán a la misma pregunta, la clásica pregunta de búsqueda: ¿dónde están los hombres? Allí, frente a tus ojos. ¿Duda real o insatisfacción constante?
Fuente: EM