Una vez más inicia la Semana Santa, enmarcada en medio de una pandemia. Por segundo año consecutivo la Iglesia católica ha celebrado el inicio de la Semana Santa a puerta cerrada.
Esta fecha rememora la entrada de Jesús en Jerusalén, proclamado como Señor por sus seguidores. La entrada expresa el amor incondicional de Dios con los excluidos por los ‘poderosos de la tierra’, esperando una fecha de acogida, perdón y solidaridad.
«Jesús entró a Jerusalén montado sobre un asno y fue aclamado como rey por sus seguidores, quienes extendieron mantos, ramas de olivo y de palma a su paso. Gritaban: «¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!»; «¡Hosanna en las alturas!», se recuerda durante la misa.
«El mundo entero está proceso de abatimiento y tristeza (…) el virus le arrebató la vida a millones, pérdidas de empleo, el hambre de tantas familias, la migración en un momento de tanta dificultad», ha lamentado el Presbítero Héctor Mario Cárdenas. «Este día, que marca el inicio de la Semana Mayor, recordamos a un Jesús; ciervo y doliente, a quien Dios le dio una palabra de aliento».
Pidió que estos días santos sean de «profunda oración» y conexión con el Señor. «Venir a mí los cansados y agobiados, que yo los ayudaré»