La indolencia en la humanidad quedó demostrada ayer en la mañana en el sector El Ujano, al este de Barquisimeto, cuando mataron a dos personas dentro de una cancha de béisbol, frente a un puesto policial. El doble homicidio se registró a las 4:00 a.m., aproximadamente, y como si no se tratara de un suceso lleno de dolor, los comerciantes armaron el mercado que domingo a domingo hacen en las adyacencias del lugar.
La gente caminaba y compraba los productos que no se consiguen los supermercados pero que en ese lugar los venden, sin hacer colas y a un precio mayor. Mientras tanto, los familiares de Wuilferson Germaine López Colmenárez, de 26 años, lloraban al ver su cadáver en la entrada a la cancha de beisbol que ahí se encuentra.
Por otra parte, algunos conocidos de Yackson Jesús Sandoval Vargas, de 22 años, no podían creer lo ocurrido. Ambos cadáveres quedaron a unos pocos metros, uno de ellos en la puerta de la entrada al campo de beisbol, el otro en la entrada al estadio, donde se encontraban ingiriendo bebidas alcohólicas con otro grupo de personas desde la noche del sábado, incluso, las botellas de ron y chapas de cervezas regadas en la escena del crimen, lo confirmaron.
«Él estaba tranquilo en la casa, como a las 9:00 p.m. salió, dijo que iría a la cancha a tomar, como siempre lo hacían. Como a las 6:00 a.m. llegó una muchacha que estaba con él, desesperada y tocando la puerta duro, nos dijo que lo habían matado”, comentó la hermana menor del ahora occiso, quien era el mayor de cuatro.
Del hecho se conoció extraoficialmente, que se encontraban en el sitio tomando bebidas pecaminosas, cuando unos sujetos llegaron y buscaron pelea. Se metieron con Sandoval Vargas, a quien tirotearon en la puerta de la cancha y ahí quedó tirado.
Al parecer, López Colmenárez se metió a defenderlo y también le propinaron algunos tiros cuando estaba en la puerta de salida del estadio, donde quedó su cadáver, sobre unas bolsas de basura.
Mototaxista y padre de familia
El joven de 26 años era cabeza de familia, desde hacía unos cinco años trabajaba como motaxista en la linea del Este, por Las Trinitarias, tiempo desde cuando comenzó a mantener económicamente a sus tres hijos de seis, cinco y dos años, a su esposa, tres hermanos y sus padres, con quienes residía a seis cuadras de la escena del crimen.
«Siempre le decíamos que no saliera que eso estaba muy peligroso pero es primera vez que pasa algo así en la cancha”, explicó la hermana, menor de edad.
Los familiares del otro occiso, quien pagaba el servicio militar en la marina, en La Guaira, estado Vargas, llegaron a la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda, quienes se encontraban destrozados ante irreparable pérdida, pues el muchacho, al parecer, andaba en malos pasos «pero él se iba a acomodar, incluso mañana (hoy) buscaría los papeles para irse a estudiar en Colombia”; explicó la madre del joven, en medio del llanto y quien no se quiso identificar.
«Me quitaron un pedazo de mí… me destrozaron el alma”, gritaba la progenitora por el asesinato del mayor de sus seis hijos, además deja huérfanos a cuatro pequeños.
Prohibido jugar en las noches
Un funcionario de la Policía del estado Lara y uno de los jefes de la zona, explicó que quedaba terminantemente prohibido realizar juegos en esa cancha después de las 07:00 p.m., a fin de prevenir este tipo de hechos, pues a pesar de ser la primera vez, es el lugar de encuentro de los muchachos de la zona para tomar, incluso, cuando terminan los partidos.
Cabe destacar, que en puesto policial que se encuentra ahí en El Ujano, hay seis personas privadas de libertad y dos funcionarios de guardia, quienes son los que los cuidan, «por lo tanto es muy difícil evitar estas situaciones para ellos”, dijo el policía.
Fuente: El Impulso